3/7/21

Envidia sana

Lo digo en serio: a mí me hacen lo que le hacen a ese pobre hombre a la hora de pedir el postre y es mi último día como camarero.
Dos matrimonios se reúnen a cenar. Son amigos de  toda la vida. Léa dice que está escribiendo una novela porque un célebre escritor, por internet, le dijo que escribía bien.
Y a partir de ahí se desata el ser mezquino que todos llevamos dentro, el yo también puedo hacerlo, el yo lo haría mejor, el otro es un tal o un cuál. La envidia, los celos, la frustración.
Deudora de El nombre aunque sensiblemente más endeble. Aquí hay numerosos escenarios, la acción transcurre a lo largo de varios meses y los personajes interactúan con otros muchos. Envidia sana tiene sus puntos de comedia pero no son hilarantes. Busca más drama, indagar en ese lado oscuro que llevamos agazapado, listo para emerger y juzgar a los demás.
Las interpretaciones son buenas. Creo que es difícil mantener el equilibrio entre los momentos más divertidos (poco creíbles) y el drama serio. Me parece la principal pega de la película. Esos dos escenarios no siempre encajan, dos tonos diferentes que nos arrastran a veces a lo inverosímil. Por eso las interpretaciones tienen más mérito.

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