14/7/21

Debris. Temporada 1

El principal obstáculo de la serie, lo que a mí me ha impedido entrar de lleno en ella, es su dirección de fotografía, tan poco atractiva, tan fría, tan fea y triste sin razón alguna. Tal vez sí va a tono con sus personajes, pero ellos, con sus dramas y su pasado a cuestas, tampoco están tan machacados como pretenden.
¿Es la nueva Fringe? Creo que sí. Es lo que se busca. Ciertamente tiene el ambiente, el misterio y algunas escenas impactantes y perturbadoras (al menos una por capítulo). Al igual que Fringe, en esta primera temporada, han buscado los capítulos autoconclusivos, el misterio de la semana.
Pero a diferencia de Fringe sus protagonistas no han conseguido enamorarme aunque la base es similar. Están muy lejos del carisma de aquellos. Un padre científico un poco loco (menos muerto de lo que debería), una hija que trabaja para el MI6, el colega que trabaja para la CIA. Y una organización secreta que va a su aire, con sus propios objetivos. Todos en busca de los restos desperdigados que han caído de una nave alienígena, cascotes que producen efectos sorprendentes, chatarra imprevisible en sus consecuencias.
No ha logrado convencerme pero las piezas quedaron colocadas para una segunda temporada con muy buena pinta. Segunda temporada que probablemente no tendrá lugar pues, en estos momentos, está cancelada. Veremos si otra plataforma la rescata.
Eso sí: que cambien la dirección de fotografía, que la puesta en escena sea menos feísta. La serie necesita un poquito de alegría, tomarse menos en serio a sí misma.
1x13. Capítulo final. Allá por el minuto 15 aparece Otto por primera vez. Y todos conocemos a Otto. Ese sí fue un sorpresón en la línea de Leonard Nimoy en Fringe.

No hay comentarios: