6/2/21

La pintora y el ladrón

-El arte no es sólo una pintura. Son los sentimientos y las lágrimas. Nadie me vio nunca tan vulnerable como tú.
En 2015 dos ladrones robaron unos cuadros de Barbora Kysilkova. Pronto detuvieron a los ladrones pero no se encontraron los cuadros. La pintora pidió a uno de los ladrones que posara para ella.
Complicada. Me gustan muchas cosas pero otras no. Entiendo lo que quieren hacer. Es una pintora hiperrealista y la película quiere serlo también. Muy documental, muy experimental. Con luz natural, con imagen borrosa mientras se ajusta el foco, con ruidos de fondo, conversaciones indistinguibles en la cafetería. Con micrófonos a la vista. Tiene su lógica interna pero ni es la primera vez que se hace ni me parece el tono adecuado. Demasiados elementos de Dogma sin serlo plenamente. El montaje, por ejemplo, es muy anti-Dogma. Y demasiadas subtramas alejadas de la idea principal. No sé. Tendría que darle alguna vuelta más.
Algunas cosas son fascinantes. Hay un momento brutal. Ese instante en que el ladrón ve cómo ella le ha pintado. Es casi mágico. El delincuente, el drogadicto, queda noqueado por la belleza del arte. Y llora inconsolable. Ella ha sabido extraer el lado bueno de él. Una escena potentísima. Ahí está la culpa de lo que ha perdido y el orgullo porque alguien le ve como persona.
Vemos el proceso del arte. La inspiración, la psicología del artista, la base, la ejecución. Pero es también la capacidad del arte para transformar, para capturar la belleza de las cosas y lograr que afecte a las personas.
Es una historia real y los verdaderos protagonistas se interpretan a sí mismos.
-El sufrimiento tiene una regla básica para mí: tiene estética.

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