Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
2004.
El prometido de Claire desaparece en el tsunami de Indonesia. 15 años después,
en Abu Dabi, Claire piensa que lo ha visto en un restaurante pero nadie la
cree. En Los Ángeles, gente que escucha conversaciones telefónicas, sí lo
creen. No
se les da mal a los franceses hacer series de espías. No es Oficina de infiltrados. Está a años
luz. Por eso me decepcionó un poco. Pero no es culpa suya. Es, simplemente, que
el subgénero es otro. En
el capítulo 2 los grandes interrogantes están resueltos y nos asentamos en
quién es quién y cuáles son los conflictos. Evidentemente, a partir de ahí, la
trama da un giro más hacia la acción que al espionaje en sí. Los personajes
juegan al gato y al ratón continuamente y los papeles se van intercambiando. El
tema vuelve a ser el de las energías alternativas, todo el juego sucio que hay
detrás. Se nota que han metido dinero. Abu Dabi viene a ser un personaje más,
lleno de contrastes. El nivel de producción es bastante alto. Ese
virus en ese aparato informático es el centro de la acción. Ceñido a ello veo
unas cuantas inverosimilitudes (alguna muy gorda porque me parece que con una
llamada de teléfono se podría haber resuelto todo) y me parece que se exceden
en el para ti, para mí, para el del medio. Pero como digo su juego es el de la
acción y resulta entretenida. 6
capítulos. Lo adecuado.
A
ver. Me parece bien, pero libreros hay en todo el mundo. Quiero decir que si a los
productores se les ocurre la idea de hacer un documental en Nueva York me
parece estupendo. Menos estupendo resulta que se vanaglorien de hacer la mejor
feria del libro porque está en un edificio histórico de la Guerra Civil. A eso
nosotros lo llamamos anteayer. Bien por los libros. Mal por una mentalidad bastante
paleta. Históricamente paleta. Y esa estrechez de miras impregna gran parte del
documental. En
cualquier caso pienso que le falta un hilo conductor, saber qué quiere contar.
Simplemente dejan que la gente hable y en el montaje lo agrupan como pueden.
Eso hace que esté muy descompensada. ¿Realmente era necesario dedicar tanto
tiempo a una coleccionista de hip-hop? Por
otra parte casi nunca usan letreros para decirnos a quién vemos, qué hace, a
qué se dedica. Pero a veces sí, cosa que no tiene sentido. Me
gustaron aspectos diversos de aquí y allá, no lo niego. Pero a costa del equipo
responsable, me temo. No creo que realmente amen los libros. Si lo hacen no me
lo han sabido transmitir. Por
supuesto sale Fran Lebowitz. Hay
una conexión esotérica, sospecho, entre librerías antiguas y gatos. Ahora
los productores deberían darse una vuelta por Urueña: siglo XII, 189
habitantes, 11 librerías. De ahí saldría un buen documental. Si tienes pasión,
claro.
1.
Se estrena (en algún sitio de España) Pequeños detalles. Aquí está lo que comenté de ella. 2.
Cualquier fan de Sherlock Holmes
quiso siempre saber más sobre los irregulares, esos pilluelos que colaboraban
con el detective. Al menos yo. Por eso me he leído cómics como Los cuatro de Baker Street. Ahora
Netflix va a lanzar una serie titulada así: Los irregulares. Creo que no guarda relación con el cómic pero
da igual. Es el universo Holmes y el 26 de marzo ahí estaré. 3.
No estoy muy a favor deque se rehagan
películas que hizo Hitchcock.
No las puedes mejorar así que… Pero sí me llama la atención la serie de 39 escalones con Benedict
Cumberbatch. Está claro que no será un remake y explorará otras cosas. 4.
Y muy buena pinta tiene también Ministry
of Ungentlemanly Warfare. Lo dirigirá Guy Ritchie y dice que es una
mezcla de Doce del patíbulo y Malditos bastardos. Un grupo
especial de soldados al servicio de Winston Churchill.
-Compré
un libro comunista porque no tenía ninguno en casa. Luego lo leí. Por eso no
funcionó el comunismo: no hay buenos escritores. Martin
Scorsese
y Fran Lebowitz hablan de lo que les da la gana. Arquitectura, cine,
marihuana, ropa, libros, deportes… Fran Lebowitz tiene muchos puntos en
común con Woody Allen. Judía, neoyorquina hasta la médula, inteligente,
con un humor ácido pero no hiriente… También recuerda algo a Jerry Seinfeld. Lebowitz comenta la vida
cotidiana de la ciudad con mirada crítica, divertida, mordaz… Y con bastante
sentido común. Me alegró comprobar que está en contra de la representación, de
ese querer verse a uno mismo, identificarse, en una obra, y utiliza uno de los
mejores argumentos: Un libro no es un
espejo, es una ventana a otros mundos. Son
7 capítulos de media hora. No es profunda, es ágil, sugerente, con muchas
reflexiones curiosas acerca de cualquier tema. Sólo
un par de cosas de Scorsese. La primera es que, hasta en una cosa como
ésta, se nota su montaje característico (aunque esta vez la editora no es Thelma
Schoonmaker). La segunda cosa llamativa es su modo de reírse a carcajadas. Ni
ellos mismos recuerdan cuándo se conocieron. Simplemente llegaban a fiestas y
se ponían a hablar. Aquí hacen lo mismo y lo comparten con nosotros.
Una
doctora dictamina la senilidad de alguien. Preferiblemente rico.
Preferiblemente sin familia. Preferiblemente con bienes inmobiliarios. Se lo
pasa a servicios sociales a cambio de acciones. La tutora la ingresa en un
geriátrico y vende las posesiones para pagar los cuidados. Parte de ese dinero
se va a los bolsillos de las dos señoritas que han hecho con esta técnica un
lucrativo negocio. Hasta
que topan con la señora Peterson. Una
película ácida, cínica y repletita de personas inmorales. No es que sea una
peli de estafas. Es una peli sobre lo que sucede cuando una estafa revienta y
hace coincidir al ganado más preocupante. Lo
que más me gustó fueron los diálogos amenazantes. De todas las partes. Qué forma
más implícitamente explícita de decir lo que no quieren decir. O lo contrario. Un
problema que le veo es que todos los personajes son tan repugnantes que te da
igual quién muera o viva. No te identificas con nadie. Te da igual lo que pase.
Y cuando llega ese punto es difícil volver a entrar en la película. Para mí fue
ese momento en que torturan a Marla y me dejaba completamente indiferente.
Algún personaje debería ser mejor o tener un rastro de bondad en alguna parte.
Creo que no aparece ni un solo personaje decente o con algo bueno. Lo
peor de todo es que, en su última escena, pretende ser moralizante, como
contándote una moraleja clarita para que lo pilles. Me
habría gustado saber algo más de esa asesina a sueldo. Su aparición resulta un
tanto caprichosa y sin sentido. Un
reparto delicioso que da vida a gente despreciable. Dianne Wiest,
Rosamund Pike, Peter Dinklage, Eiza González, Chris
Messina… Peli más desagradable que realmente interesante.
Lorna
se queda viuda con un hijo. Pasan los años, se casa, deja a sus suegros para ir
a vivir con la familia de su esposo. Pero los antiguos suegros se enteran de
que la nueva familia de Lorna no es la más adecuada para criar a un niño. Es
un western moderno, tiene algo de road movie, tiene su parte lírica y otra
parte de violencia descarnada. Curiosamente funciona bien porque todo ello está
ligado por un progresivo aumento de la tensión. Especialmente, a partir de esa
cena, sabemos que las cosas sólo pueden acabar mal. Realmente
creo que Thomas Bezucha se muestra hábil al manejar todos esos
elementos. Se le podrían haber ido de las manos fácilmente pero logra un
equilibrio sorprendente. Además incluye esa trama con el indio que sirve de
reposo ocasional y otorga un poco más de profundidad, otra perspectiva, a los
personajes. Teje
con suavidad la relación del matrimonio Blackledge y por eso, cuando llega la
primera descarga de violencia, parece especialmente brutal. Diane Lane, Kevin Costner
y Lesley Manville son el trío principal. Diane Lane lo borda. Bastante
apañada.
1.
Esto sí puede ser una locura brillante. Donald Glover y Phoebe
Waller-Bridge están preparando una serie en la que serán Sr. y Sra. Smith. La mezcla de esos
dos cerebros descerebrados puede resultar muy interesante. O insufrible. O
ambas cosas a la vez. 2.
Enésima versión de Los tres
mosqueteros. La producción es francesa y se dividirá en dos partes: Los tres mosqueteros: D’Artagnan y Los tres mosquetero: Milady. Y
milady será Eva Green. Veremos si son capaces de aportar algo nuevo a
algo tan manoseado. 3.
Amazon prepara una serie sobre la vida de Amancio Ortega. Parece que Javier
Gutiérrez se pondrá el traje del fundador de Inditex. 4.
La Federación de Directores de Cine Europeos pide transparencia a las plataformas
para compensar equitativamente el cine que se ve. Curioso. Porque hace 8 años
las condiciones férreas las ponía el cine. Y también curioso porque muchas de
las productoras de cine han estado ocultando datos de taquilla durante esta
pandemia. Cosa que perjudicaba a los exhibidores, no a ellos. Entiendo lo que
quieren pero que se apliquen el cuento.
Esto
hay que explicarlo antes de empezar. Debido a una desconcertante improbabilidad
Los Serrano llegó a Finlandia.
Otra desconcertante improbabilidad fue que resultó un éxito. Y otra más es que Fran
Perea les fascinó. Mucho. Tanto que decidieron hacer una serie con él. Pero
Fran Perea no sabe finés. ¿Solución?
Irse a Fuengirola, donde hay más finlandeses que en Finlandia. Y salió esta
serie, un nordic noir malagueño. En
mi opinión no funciona casi en ningún aspecto. Para empezar se nota algo de
forzado en ese planteamiento. Se siente prefabricada. The Mallorca Files, siendo mucho más tonta, al menos tiene más gracia, más
soltura. También me parece que Kosta
no logra capturar el ambiente de la Costa del Sol. Es demasiado genérica, poco
específica. Tampoco me creo a los personajes. Y la trama es muy simple, llena
de coincidencias y situaciones casi aleatorias que entrelazan porque sí a los
protagonistas. La
mejor, en mi opinión, es Luisa, una secundaria que, quizá por serlo, se mueve
con soltura en su carácter directo y un poco arisco, sin necesidad de completarla
con psicología barata. La
vi por su rareza en la producción. Más allá del intento creo que no merece la
pena. Aunque también pienso que con otros personajes y una dinámica más pensada
puede dar frutos una segunda temporada en que cooperen policías españoles y
finlandeses. Que conserven a María Romero y le busquen un poli
finlandés.
Siempre
dicen que la base de todo es un buen guión. Que si el guión es bueno lo demás
está hecho. Y siempre respondo que si no tienes una buena dirección no tienes
nada. Este
es un excelente ejemplo. El guión de Amanda Idoko es bastante bueno. Los
hermanos Coen habrían hecho una gran película con ese material. Hay un
montón de personajes logradísimos y un enredo criminal solvente. Pero Tate
Taylor lo destroza miserablemente mostrando que ni siquiera sabe qué tiene
entre manos. No acierta a realzar el tema central de la película (la obsesión
por la tele-realidad y las celebridades) ni sabe dar con el tono adecuado. Un
hombre muere en circunstancias incómodas por causas naturales. Pero la esposa
quiere sus 15 minutos de gloria y denuncia una desaparición. Esa mentira tendrá
consecuencias que derivarán en una escalada de violencia. Tate Taylor debió rodar un Fargo y cree que está con Criadas y señoras. Es un desacierto
la dirección de fotografía, la música y el tonillo de comedia que adopta, que
está en el polo opuesto de la comedia seca que debió ser. El
reparto femenino es un lujo y un desperdicio: Allison Janney, Mila
Kunis, Regina Hall, Juliette Lewis, Ellen Barkin, Awkwafina… Una
verdadera pena.
-Los
que conocemos el noble arte de vender, sabemos cuál es el momento en el que hay
que tener la sangre fría. Una
peli de aventuras de piratas sin aventuras ni piratas. Del mismo modo que La biblioteca de los libros rechazados
era una película policiaca, sin crimen ni policías. La
trama es sencilla: Olavi es un anciano anticuario que descubre un cuadro de
gran valor. Tal vez sea el último gran negocio antes de retirarse. La
historia es muy simple e incluso demasiado convencional. Pero creo que tiene
una planificación elegantísima y en ocasiones incluso magistral. El director
sabe mirar tras una cámara y construir la narrativa con ella. Hay muchos
grandes pequeños detalles: la parada del bus de Otto, la iluminación de la
tienda, esos teléfonos de rueda, la silla giratoria… Y otros planos muy bellos
como las tomas tras el cristal o esos tranvías. Por
otra parte me gusta mucho la relación de Olavi con su nieto. El abuelo
exageradamente chapado a la antigua, el nieto un espabiladillo para buscarse la
vida. Ese momento en que el nieto pregunta que si ha buscado en Google y el
abuelo pone una cara de desprecio total es magnífica. Peor contada está la
relación con la hija pues es confusa y no llega a profundizar en las raíces del
distanciamiento. No
estoy a favor del final (ya hay demasiados así) pero sí de la solución de la
ausencia de la firma del autor del cuadro. Bien traído. Muy
buena la interpretación de Heikki Nousiainen.
No
apta para paranoicos. Porque después de verla todos acabaremos siendo un poco
más paranoicos. No eres paranoico si es cierto que te siguen. Es decir: no es
ser paranoico saber que te vigilan Hacienda y Disney. Ir más allá sí que es paranoia.
Y en esta serie te demuestran que estás perdido, que pueden hacer con tu imagen
lo que les dé la gana. Que si no lo están haciendo ya, lo harán esta tarde. Un
soldado es declarado inocente en un juicio. Esa misma noche es detenido por
secuestrar a la abogada que le acaba de librar. Se ve clarísimamente en las
imágenes de la cámara urbana. La
serie cuestiona la validez de esas imágenes. No fáciles de manipular. Pero
tampoco imposible. Para los servicios secretos, para un hacker con un buen software,
pan comido. Cualquier delincuente puede ser culpado. Cualquier inocente
también. Lo llaman corrección. Mostrar la verdad que no ocurrió. No
podemos acusarla de ser demasiado rocambolesca porque en eso consiste la
historia. Sus giros y sorpresas se sustentan en ello. Una conspiración para
acusar a un hombre inocente por un buen motivo. Y otra capa que se añade
posteriormente. Pero el capítulo 1x05 no es disculpable porque usa de ese
principio detestable que considera al espectador un poco cortito. Es un
recopilatorio de escenas ya contadas para explicar en exceso lo que ha sucedido.
Me suelen gustar esos penúltimos capítulos (o intermedios) que detienen la
trama antes de lanzarla definitivamente. Pero no me parece bien si es para
construir esto. Mucho
más interesante el último capítulo. Las cuestiones éticas. Lo que los gobiernos
hacen ahora que les hemos cedido nuestra libertad. Y nos confinarán cuando les
dé la gana agradeciendo nuestro servicio. Británica,
6 capítulos. Adictiva e incluso en ocasiones sorprendente. Ritmo muy bien
llevado salvo por el capítulo mencionado.
1.
No acabo de ver qué sentido tiene un reinicio de Los 4400. ¿Soy el único? Y sin embargo CW debe tenerlo muy
claro porque ni siquiera ha pedido un episodio piloto. 2.
Dragones y mazmorras era una
película a la que tenía bajo vigilancia. Dicen que el tono está entre Piratas del Caribe y Guardianes de la galaxia. Bien. Me
parece que es la única opción de desarrollo. Y, aún así, veremos qué pasa. Es
un producto muy difícil. 3.
Lo nuevo de Shyamalan es Old.
Se pueden hacer muchos juegos de palabras tontos con ello. Y además tiene una
pinta espeluznante. 4.
Tom Holland dice que la próxima peli de Spider-man es la “película
independiente de superhéroes más ambiciosa jamás hecha”. Me gustaría saber
qué entiende Tom Holland por independiente.
Y por ambiciosa, ya que nos ponemos. 5.
La cosa es que yo no estaba de acuerdo con las declaraciones de Gina Carano
porque defender a Trump es tontería. Pero en cuanto Dinesy la despide
demuestran con ese acto que ella tenía razón. ¿Hay algo más nazi que no
permitirte expresar tus ideas políticas?
-¿Alguna
vez has visto una masacre? 1897.
Inglaterra traslada camellos de India, Afganistán y Persia al desierto
australiano. Los camelleros son obligados a ir también. Una vez allí son
utilizados en trabajos forzosos. Especialmente en la ruta para trasladar oro. Western
australiano que no está mal pero al que le falta un hervor. La parte más
interesante, en mi opinión, es esa mezcla de gentes que se dieron cita en
Australia en el siglo XIX. Aborígenes, ingleses, irlandeses, chinos, indios,
afganos… Un cóctel explosivo en una tierra sin ley. Un fragmento de la historia
colonial británica prácticamente desconocido. Pero en realidad, una vez
planteado el argumento, tiene dificultades para evolucionar. Un afgano y un
ladrón local tratan de vender unos cuantos lingotes de oro marcados con la
corona de la reina. Fundirlos será una odisea. En
estas narrativas el viaje es lo importante. Pero para que alcance relevancia es
preciso infundir drama, épica o pasado en los personajes. Lo hay en ciertos
momentos puntuales y en muchos otros resulta anodina. Aunque
es algo dispersa en algunos momentos, porque no parece tener muy claro hacia
dónde va, agradezco mucho su clasicismo.
Por
lo concreto se llega a lo universal. El
cine español y el brasileño tienen un problema a la hora de entender eso. Lo
concreto se refiere a las experiencias personales, a lo específicamente humano.
Lo concreto no es lo mismo que lo autóctono. El cine coreano puede ser muy
estrambótico en ocasiones pero logra una mayor universalidad porque, con todo
su histrionismo, su sentimentalismo, sus brutalidades y rarezas, cuenta cosas
muy humanas a nivel personal. Además de las autóctonas. Brasileños y españoles
pensamos que nuestras cuestiones vernáculas tienen más interés que las
personales. Y por eso fracasamos tantas veces de cara al exterior. En el
extranjero no acaban de entendernos. Una
investigación policial mezclada con seres feéricos. Cualquiera que me conozca
sabrá que eso me encanta. Pregunta por ahí. Al menos a priori. Policías y fantasía.
Fenomenal. Pero no así. Se esfuerzan mucho en la serie por reflejar las
leyendas autóctonas deBrasil y se
olvidan de dotar de verdaderos dramas a los personajes. Otra serie más en que
la mujer del poli muere en los primeros minutos y luego él va, viene, vuelve.
Casa, comisaría, bar, bosque. Una y otra vez. Rollete ecológico. Cosas
aparentemente universales, pero no interiorizadas. Genéricas pero no
concretadas. El
arranque me pareció muy atractivo y el desarrollo me agotó enseguida. La
terminé porque son 7 capítulos de poco más de media hora cada uno. Pero no
tengo interés alguno en saber qué sucederá en una hipotética segunda temporada.
Greg
acaba de divorciarse, acaban de despedirle del trabajo y acaba de matar a su
jefe accidentalmente. Una mujer le dice que viven en un mundo simulado, que
sólo unas pocas personas son reales. Que
Mike Cahill es un tío raro ya lo sabíamos. Pero eso no implica que tengamos
que tolerar todo lo que hace. No tardamos mucho en descubrir que estamos en
Matrix. O algo así. Por eso es agotador que pase media película hasta el
siguiente paso. Cahill se embrolla en escenas que carecen de sentido
narrativo. Es
evidente, en esta película y en otras suyas, que no le interesa el espectáculo
sino el factor humano. Pero en ese caso sus personajes deberían estar mejor
escritos, los conflictos deberían ganar profundidad. Tiene
ciertos momentos visuales interesantes, sobre todo en sus inicios, con algunos
movimientos de cámara elaborados. El conjunto tira a tomadura de pelo con
reglas muy caprichosas. Salma Hayek y Owen Wilson
hacen lo que pueden.
Una
peli policiaca de corte clásico excepto en su final. Amargo, desesperanzado. John Lee
Hancock
mueve la trama a ritmo lento, tratando de que experimentemos la fatiga de los
polis. Las esperas, los retrocesos, las vueltas al punto de partida, los
obstáculos. Crea una atmósfera pesada, tristona. Se
esfuerza en que la pareja de policías no resulten prototipos. Creo que lo
consigue. Al menos consigue que su relación no quede definida exactamente por
la amistad. Denzel Washington es el poli veterano que no llegó a ninguna
parte y se fue a un pueblo. Rami Malek es el joven brillante, casado,
padre de familia que cree que lo sabe todo y todo el mundo se lo confirma. Obviamente
el final es lo que provoca la incomodidad. Jared Leto se va configurando
a nuestros ojos como el evidente culpable. Sólo que esa evidencia no es tan
evidente. O tal vez sí. O puede que no. Y aunque sepamos que sí (están todos
esos pequeños detalles) el director intenta que nos quedemos con la misma
incomodidad de los polis, jugando intranquilos con sus conciencias. Ahí
queda la nota en papel: No hay ángeles.
La
atmósfera de la Tierra es casi irrespirable. Quienes pueden permitírselo viven
en órbita. Unos chatarreros buscan cualquier cosa que dé dinero en la basura
que flota alrededor del planeta. Y lo que se encuentran es una niña calificada
como arma de destrucción masiva: Dorothy. Muy
bien. Una aventura espacial que copia de muchas cosas pero que también aporta
su propia visión original. Supongo que su principal inspiración sería Guardianes de la galaxia. El diseño
de producción, coherente, a medio camino entre Blade Runner y El
quinto elemento, era necesario para hacer creíble ese universo. Sobre
ese paisaje de chatarra y mugre se mueven personajes bien trazados. El hombre
de la utopía, los Zorros Negros, las falsas noticias… Hasta
la mitad de la película no sabemos qué ocurre exactamente con esa niña pero no
aburre en ningún momento. La trama se cimenta progresivamente para explotar
justo en el momento en que debe hacerlo. Y
esos chatarreros se convertirán quizá en las únicas personas que pueden salvar
la humanidad. El cine coreano no tiene miedo de encajar golpes de humor en
cualquier situación, pero hacen bien al no abusar de él. Al
final se exceden con peleas, claro. Peleas a puñetazos, a tiros, con naves
espaciales… Se va a los 140 minutos, que no habrían sido necesarios. Pero como
digo es un entretenimiento bastante bien apañado. No había visto nada de
ciencia-ficción coreana y, como en otros géneros, pueden dar un susto a
Hollywood en cualquier momento. Es sólo un cómic pero un buen cómic.
-El
arte no es sólo una pintura. Son los sentimientos y las lágrimas. Nadie me vio
nunca tan vulnerable como tú. En
2015 dos ladrones robaron unos cuadros de Barbora Kysilkova. Pronto detuvieron
a los ladrones pero no se encontraron los cuadros. La pintora pidió a uno de los
ladrones que posara para ella. Complicada.
Me gustan muchas cosas pero otras no. Entiendo lo que quieren hacer. Es una
pintora hiperrealista y la película quiere serlo también. Muy documental, muy
experimental. Con luz natural, con imagen borrosa mientras se ajusta el foco,
con ruidos de fondo, conversaciones indistinguibles en la cafetería. Con
micrófonos a la vista. Tiene su lógica interna pero ni es la primera vez que se
hace ni me parece el tono adecuado. Demasiados elementos de Dogma sin serlo
plenamente. El montaje, por ejemplo, es muy anti-Dogma. Y demasiadas subtramas
alejadas de la idea principal. No sé. Tendría que darle alguna vuelta más. Algunas
cosas son fascinantes. Hay un momento brutal. Ese instante en que el ladrón ve
cómo ella le ha pintado. Es casi mágico. El delincuente, el drogadicto, queda
noqueado por la belleza del arte. Y llora inconsolable. Ella ha sabido extraer
el lado bueno de él. Una escena potentísima. Ahí está la culpa de lo que ha
perdido y el orgullo porque alguien le ve como persona. Vemos
el proceso del arte. La inspiración, la psicología del artista, la base, la
ejecución. Pero es también la capacidad del arte para transformar, para capturar
la belleza de las cosas y lograr que afecte a las personas. Es
una historia real y los verdaderos protagonistas se interpretan a sí mismos. -El
sufrimiento tiene una regla básica para mí: tiene estética.
1.
Hoy se estrena una única película en cines: La pintora y el ladrón. Y reponen El chico (Chaplin, 1921) y 2046 (Wong Kar-Wai,
2004). Así está el patio. 2.
Me tiene un poco obsesionado que se estrenen a la par dos series tituladas Finding Alice y Losing Alice. 3.
Y me enfada un poco que las distribuidoras me manden las nuevas fechas de
lanzamientos. Entiéndeme: las nuevas.
Agradezco que me manden las fechas, pero cuando veo que se siguen retrasando
estrenos y que hasta 2022 (como pronto) no llegan cosas que estoy esperando… 4.
The Nevers tiene una pinta muy
extraña, un steampunk de época
victoriana con ciencia-ficción y superpoderes o algo así. Pero es de Joss
Whedon y por tanto estaré ahí. Whedon merece siempre una
oportunidad. O dos. O hasta tres.
-Nos
vamos de cacería con la Roci. De
verdad que es fabulosa. Nada hacía sospechar, con los titubeantes y confusos
primeros capítulos de la serie, que alcanzaría cotas tan altas. Ahora es
difícil ponerle pegas. Alguna sí, pero el conjunto es tan bueno que no merece
la pena ponerse melindroso. Es
que está todo bien. Desde los diseños de las estaciones espaciales y las naves
hasta los aspectos dramáticos a cualquier escala, ya sea alta política o
conflictos personales, pasando por terroristas y los grandes misterios de la
protomolécula. Manejar con tanta soltura lo global y lo particular es un
prodigio. Es
la temporada más intimista de todas en el sentido de que no hay otras
civilizaciones exógenas ni culturas misteriosas. Incluso la protomolécula es
muy secundaria. La historia, en esta ocasión, es la dispersión de los
tripulantes de la Rocinante por vacaciones bien merecidas y su reagrupamiento
por acontecimientos inesperados. De las tramas destaca, sobre todo, la odisea
de Naomi Nagata. Creo
que el 5x04 es un gran capítulo de la ciencia-ficción. Ese ataque terrorista de
Marco Inaros a la Tierra con meteoritos camuflados es fabuloso. Los
antecedentes que podían desconcertar (la ventas de armas de Marte, los
militares implicados) se entrelazan perfectamente y dan paso a las
consecuencias (la respuesta política de la Tierra a los cinturonianos, la
vuelta de Avasarala a la política). Curiosamente Jim Holden, el protagonista
principal, queda un poco desplazado en su búsqueda de Nagata, pero también está
muy bien su operación con la periodista. El
conjunto es una mirada a los personajes secundarios con el anclaje en uno
principal. Muy bien desarrollada. Así es como se hace una temporada de
transición para organizar las piezas del tablero.
Liam Neeson tiene un rancho
ruinoso justo en la frontera con México. Un día ve cómo una mujer y un niño
cruzan la valla. Y pisándoles los talones tres hombres del cártel. Liam
Neeson hace lo que suele hacer en estos casos: liarse la manta a la cabeza. Simple
como un palote, previsible por completo. Allá
por 2015 leí en alguna entrevista que Liam Neeson había decidido dejar
de hacer películas de acción. Que ya tenía una edad, dijo. Desde entonces ha
hecho 9 de acción y tiene pendientes otras tres. No
se me ocurre qué decir de ésta que no haya dicho de las otras. Es una película
tan convencional como otras de su estilo y no aporta nada. Tampoco es aburrida.
Es lo que es. Unos malos frente a nuestro héroe. Katheryne
Winnick
está muy desaprovechada. El niño mexicano creo que lo han sacado de Coco, lo han fabricado en carne y
hueso y hasta le han dejado el nombre de Miguel.
Los responsables de esta serie son la alegría de la huerta. Qué tíos. 8
capítulos de breve duración rodados en plano secuencia. Ese es su principal
mérito: un alarde técnico que sin duda ha necesitado laboriosos ensayos,
capacidad de improvisación y una planificación previa imponente. El
mensaje, la verdad, me parece una basura. Puedo aceptar el colapso. Por una
pandemia. Por un meteorito. Por extraterrestres. Por zombis. Por tiburones
voladores asesinos. Por mil causas. Pero vender la religión ecológica es una
memez supina. Ni la energía ni la alimentación son un problema. El problema es
el precio que los políticos quieran poner. Sólo un urbanita puede creer en el
problema ecológico. Cualquier persona que vive en el campo, en una ciudad
pequeña, sabe que ese no es el problema. Una paradoja que siempre me ha llamado
la atención: los ecologistas son generalmente gente que no conoce el campo. Me
resistí mucho tiempo a verla porque me parecía un The Walking Dead sin zombis. Algo de ello hay. Pero si The Walking Dead no la aguanté,
imagínate sin zombis. No me emociona particularmente. Me ha interesado por sus
aspectos técnicos (muy bueno el 1x07) y por algunos momentos concretos. Me
gustó particularmente el Chernobyl
del 1x05. La central nuclear, el monstruo al que no vemos. En general me dejó
indiferente. El 1x08 me pareció eso: ecologistas urbanitas, paletos de ciudad,
que no saben manejarse fuera de su manzana. Anteayer
salió la noticia: urbanitas que se van a un albergue rural y presentan
denuncias porque los despierta un gallo. Pues eso. ¿Qué coño creen que es el
campo?