22/11/20

Mamá te quiere

Desde que era un bebé, Chloe ha tenido graves problemas de salud. Arritmia, hemocromatosis, asma, diabetes, parálisis…
Los primeros compases de la película me hacían temer un drama o un culebrón. Sobre todo porque enseguida te das cuenta de lo que pasa con Diane. Y temes que vaya a ser otra película de ésas, sobre conflictos internos y relaciones que no son capaces de aportar nada nuevo.
Pero he aquí que, a partir de cierto momento, toma el camino adecuado. El camino de la tensión, el terror psicológico, el camino de Misery. Y eso está muy bien porque, salvando las distancias, resulta muy entretenida, con algunas escenas francamente agobiantes.
No es ninguna innovación pero está bien planteada y bien planificada. Véase la escena en que Chloe se arrastra por tejados, pasillos, escaleras… Y bien interpretada. El peso recae en las dos actrices, una intensa Sarah Paulson y la sorprendente novata Kiera Allen.
Tal vez lo que más me gusta es que esas virtudes que Diane elogia de su hija al inicio de la película son, precisamente, las que más tarde acarrearán los problemas.
Tan sencilla como eficaz. Bien.

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