10/10/22

Vesper

Ya me ha pasado mucho con otras series y películas belgas: no entiendo las reacciones de sus personajes. Los belgas tienen lo que llamo, de un modo nada científico ni gramatical, “pensamiento esquinao”. La Phoebe de
Friends tenía “pensamiento esquinao”, pero de modo divertido y optimista. Los belgas piensan esquinao de modo tristón y depre.
Vesper es fascinante en muchos aspectos. Nos introduce in medio res en un mundo post-apocalíptico, sin apenas datos y allá te las compongas. Un mundo de mutaciones extrañas en hombres, animales y plantas. Un mundo de barro y suciedad no exento de una extraña belleza. Un mundo de supervivencia día a día.
Y ahí está nuestra heroína con sueños que todo el mundo pretende tumbar. Un cuento de fantasía y ciencia-ficción. Cuento triste y depre, recuerda. De mugre y lodo.
Hay cosas originales que la hacen muy atractiva. Otras pesan un poco. El viaje de la heroína tarda demasiado en empezar aunque en el proceso nos hayan dejado secuencias llamativas.
La ingeniería genética está en el centro. Todo el mundo quiere ser un dios creando vida. Por supuesto se les ha ido de las manos.
Eddie Marsan compone un espléndido villano. Este hombre interpreta lo que le echen y lo eleva siempre de modo sorprendente.
Una película desconcertante, arriesgada, con muchas cosas novedosas, una estupenda labor de fotografía y creación de ambientes. También creo que, en la búsqueda de extrañeza van en ocasiones demasiado lejos y, como digo, algunas reacciones de los personajes no las entiendo.
En cualquier caso los directores conocen el valor de la calma, de mantener prolongadamente un plano cuando es necesario, de dejar que la vista repose y se empape.

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