24/8/22

Vengeance

-Yo no vivo en una película de Liam Neeson.
Una chica muere por sobredosis en Texas. Por alguna razón la familia piensa que su novio es Ben, que vive en Nueva York. A Ben le suena que salió con ella un par de veces. Pero se le ocurre que de ahí puede sacar un pódcast. Lo que no espera es que el  hermano de la chica le arrastre a una venganza.
Y a partir de ahí no es lo que esperas. Es una historia bien escrita, con un guión esmerado que da mucha más importancia a los diálogos, a lo que quiere contar, que a lo cinematográfico.
Quiere contar muchas cosas. Por qué los americanos son como son, por qué inventan teorías de la conspiración, mitos, leyendas sin lógica… Es una reflexión sobre la necesidad de escuchar, de hablar con nuestro interlocutor en el momento (interesante esa reflexión sobre cómo las conversaciones son en diferido), de conectar con otras personas. También plantea la falta de oportunidades, el desperdicio de talento… Y mucho más.
La película se envuelve en diálogos ingeniosos, mordaces, humorísticos… A veces salta muy claramente ese tono de humor judío. Pero creo que son diálogos excesivos. El director tiene muchas cosas que decir y sacrifica la imagen para llegar a la conclusión del protagonista: él es el mito, el ser vacío.
No es una gran película pero al menos tiene fondo y hasta obliga a pensar en ocasiones. El pódcast es una buena excusa para permitirse el lujo de la verborrea.
-Teléfono, llaves, billetera…, arma.

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