29/3/22

Golpe de suerte

De aquí podría salir una buena obra de teatro siempre que se desarrollen con mayor profundidad las ideas de fondo.
Como película no acaba de funcionar. Tres actores fundamentalmente. Hay un cuarto intérprete durante un tiempo. Un atracador (Jason Segel) entra en una casa de veraneo. Los dueños (Jesse Plemons y Lilly Collins) vuelven inesperadamente.
La dinámica entre los tres lleva a lo esperado. Hablan, se cuentan cosas, se conocen con más profundidad. En realidad el atracador es un detonante que obliga a ese matrimonio a plantearse unas cuantas cosas.
La idea no es nueva pero no está mal. El problema es que lo que se habla tiene muy poca entidad. La película discurre con una planificación decente pero de modo bastante anodino. No llega a preocuparnos o inquietarnos ninguno de los personajes. Pese a esa trama construida para la comprensión de tres personajes, no logramos entenderlos realmente salvo a un nivel bastante obvio.
Algunos momentos tienen cierto toque de comedia. O eso me pareció a mí. Esos paseos entre los árboles, esas charlas amigables. El momento de la cristalera es una auténtica sacudida. No me lo esperaba y menos con esa explicitud.
El final pretende tener fuerza, contar algo profundo, pero me dejó bastante indiferente. Hay modos más inteligentes de terminar eso, creo yo.

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