El
nivel de hiperrealismo casi es preocupante. No me gustan mucho este tipo de
animaciones que consisten en replicar la realidad. Me parece que la inspiración
del artista desaparece ante la técnica. También es cierto que la saga de Lupin III necesitaba un salto
técnico. Cada lomo de los libros de una biblioteca tiene su textura y su
título, cada tornillo su rosca, cada caja de galletas lleva impreso hasta el
menor detalle. Y edificios, vestuario, paisajes…
La
historia es demasiado Indiana Jones.
Lupin el ladrón, una arqueóloga, nazis, antiguas ruinas mexicanas, tres pruebas
que deben ser superadas… El punto fuerte es su humor y la acción descabellada,
con algunos gags bastante divertidos.
Para
los aficionados (que son muchos) a la saga (que es ya muy extensa). Creo que el
nuevo look les satisfará.
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