Antes fue abogado.
Ahora detective privado. Aunque no exactamente. Más bien se dedica a cobrar
facturas. Alguien le ofrece una buena pasta por encontrar a un chico.
Otra serie australiana bastante curiosa. Jack
Irish tiene muchas notas asociadas de los clásicos detectives privados. Pero el
resto de los personajes son muy originales. Los tres vejetes del bar, la hija
del fiscal artista, el ex-periodista de Filipinas, los amigos de las carreras
de caballos de Jack… Además todos quedan bien definidos, con una marcada
personalidad.
También las situaciones
son bastante originales y están plagadas de diálogos ingeniosos.
Es una de esas series
policiacas en las que la trama, el misterio, no es lo más importante. Las
relaciones entre todos los personajes son el verdadero motor de la historia y
lo que mantiene la atención sobre ella.
Muy recomendable.
-Superar la última
valla es lo más difícil. Por eso siempre la ponen al final.
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