La
inspectora Lou (Leighton
Meester)
está bajo las órdenes de su padre. Pero se pondrá peor porque en
breve tendrá como compañero a su hermano, muy inteligente pero con
nulas capacidades sociales. Es muy difícil separar lo profesional de
lo familiar.
A
veces, como en el 1x06, casi no hay ni caso criminal que resolver. Lo
único que importa es la relación familiar y la laboral, esos
enfados y riñas y comportarse como auténticos críos.
Es
una bobadita de serie, con personajes ridículos pero cada componente
de la comisaría podría tener su propia serie y yo la vería. 5 o 6
series sí podrían salir de ahí. Mi personaje preferido es la
madrastra rusa. Su lema es “la vida es dura” y Jack Bauer un
referente.
Estamos
en un pequeño pueblo australiano así que la serie también se
presta a mostrarnos gentes raritas, peculiaridades de carácter y
momentos un poco absurdos.
Todo
es liviano, amable. Por eso me sorprendió el final. Porque ¿ahora
qué? Una situación de complejidad ética bastante delicada cuya respuesta llegará (o
no) en la próxima temporada (si la hay).