2/12/24

Tokyo Override. Temporada 1

-Una nube de puntos sin optimizar.
La propuesta me parece interesante. Un mundo con barrios divididos por barreras digitales con todo la población controlada mediante IA. Objetivo: optimizar la ciudad. Pero hay gente que prefiere más libertad.
Carreras de motos y hackers. Al mismos tiempo.
La principal razón para ver la serie es que las fotos que vi mostraban muy buenos dibujos. Iban mucho más allá de los habituales conceptos esquemáticos del anime. Ahora bien. Hay demasiada inteligencia artificial en esos dibujos: todo es demasiado pulcro, limpio, simétrico. Tan bien dibujado que parece falso. Hay reflejos en cada ojo, brillos dentro de brillos, metales cromados más de lo que pueden estarlo.
La sombra de Fast & Furious es alargada. Las carreras, los delitos, el enfrentamiento con la poli que a veces se convierte en colegueo, giros imprevisibles bastante previsibles…
Me gustó el argumento hasta cierto punto. La animación muy bonita y demasiado fría. Es difícil intimar con ese universo cyberpunk. Atractiva al primer vistazo pero me temo que deja poco poso.
6 capítulos de unos 20 minutos.

1/12/24

La locura. Temporada 1

-Han decidido que has sido tú y van a ocuparse de que les des la razón.
Muncie Daniels es un prestigioso presentador negro de televisión. Se va a una cabaña en el bosque para escribir un libro. En la cabaña de al lado encuentra a un hombre descuartizado. Empieza a convertirse en el principal sospechoso.
La lectura inmediata, lo que vemos, es una trama de investigación y suspense, algo en la línea de El fugitivo: el protagonista es perseguido y, al mismo tiempo, trata de descubrir la verdad, el complot en el que le han metido. Hay giros, sorpresas, trampas… Hasta ahí todo bien para una serie de entretenimiento.
Pero hay algo más. En cierto momento hablan de Stringer Bell, el personaje de The Wire (en realidad hablan de muchas cosas actuales de la cultura popular) y pienso que aspiran, con otro género, a hacer algo parecido: retratar un momento histórico, cambiando Baltimore por Filadelfia.
Entiéndeme: no tiene la gravedad y seriedad de The Wire. Es bastante más palomitera, tal vez pensemos más en Jack Bauer. Pero me fascinó el repaso que da al clima actual, a la atmósfera enrarecida de los EEUU: venta de armas, supremacistas blancos, grupos libertarios, racismo, esa agresividad latente, la violencia a punto de estallar, las incoherencias educativas, el consumo descontrolado de yerba, las telarañas de los fondos de inversión (Bradley Whitford)… Y lugares, barrios pobres, restaurantes exclusivos, desarrollo inmobiliario. Y razas: blancos, negros, asiáticos, puertorriqueños. Muncie investiga y atraviesa el panorama esquizofrénico en que se han sumido unos Estados Unidos de locura.
Pensé que habría gustado en EEUU pero, claro, las críticas están muy polarizadas porque no se cortan al lanzar andanadas hacia la CNN y esos bancos de inversión que matan gente (colateralmente, por supuesto) para salvar el planeta (Vanguard, Blackrock). Quiero decir que esos medios de comunicación no van a darles precisamente buenas críticas.
Resumiendo: es muy entretenida y ágil pero al mismo tiempo cuenta cosas interesantes. El guion es bueno; muy bueno, incluso, en los diálogos. Está muy lograda su estructura y me parece impactante cómo muestra la impotencia de muchos negros en un sistema esencialmente corrupto y manipulador.
Además se atreve a matar a gente que no esperabas que muriese. Ojo al contundente inicio del capítulo 8. Y a su gran final.