Hay
algo de cierto en eso de que los fans de El
señor de los anillos
somos difíciles de contentar. Es una afirmación correcta porque
Peter
Jackson
puso el listón muy alto. Eso significa que sabemos lo que se puede
hacer. Y, si no tratas de emular ese nivel, mal vamos.
Lo
que
más
me
gusta: su concepto artístico, ese toque vikingo que tan bien les va
a los “señores de los caballos”.
El
principal problema:
no
me parece una buena animación. No
hay
fluidez de movimientos. Acaso sirve
como
recurso estilístico para un flashback
o un
sueño o
algo así. O se mueve un único personaje mientras el resto permanecen estáticos. Toda una película de gran presupuesto (en
2024)
con movimientos torpes no me encaja. Me cuesta verla. Me
distrae. Me impide centrarme en otras cosas porque no paro de
preguntarme: ¿por qué hacen esto? No tiene sentido.
Personalmente creo que Kenji Kamiyama no era el director adecuado. Su estilo es el de series de Ghost in the Shell. Y algunos esquemas estilísticos no son los adecuados.
No
es una basurilla como Los
anillos de poder.
No inventa demasiadas cosas salidas de madre, mantiene la coherencia
con el universo de Tolkien, los personajes tienen motivaciones razonables
casi siempre, evolucionan de modo adecuado… Digamos que funciona
correctamente a grandes rasgos y logra que te mantengas atento sin
dar bostezos como en otros productos ya mencionados.
Sustituir
a Fréaláf por una chica llamada Hèra. Pues en principio da igual
pero, como da igual, ¿por qué no dejar a Fréaláf que es lo que
dejó escrito Tolkien?
Al
final tienen que dar un giro algo extraño para que la peli cuadre
con el libro.
Buena
banda sonora. Al menos a mí me gustó. Tiene algunos momentos épicos logrados y otros un poco tontos como el olifante y el kraken.
Pensé
que el cuerno de Cuernavilla resonaría más pero al menos no es desastrosa. Insisto en que la animación
sí debió ser mejor. Obligatoriamente.
Veremos cómo se porta la taquilla.
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