Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
-Entonces
somos parecidos. Privados del paraíso. Tú porque no eres bueno y yo porque no
soy una persona. Ésa
es la única respuesta que busca la niña-robot. La que buscaban los replicantes
de Blade Runner y la de
cualquier ser que adquiere conciencia: ¿hay un más allá de felicidad? Por eso
echo en falta un poco más de profundidad en muchos de los temas que toca. Por
ejemplo ese robot explicando a los niños-robot que vendrá un salvador para
poner fin a la guerra (tan del judaísmo). O los planteamientos de libertad. La
cuestión de las IA está tan tratada en el cine que es difícil aportar algo
nuevo. Por eso Gareth Edwards se centra en una idea principal (son los
robots los que quieren la paz) y en un aspecto visual impecable. En
Nueva Asia desarrollaron las IA sin control. Una IA lanzó una bomba nuclear a
Los Ángeles. Los americanos no estaban muy contentos. Edwards ya demostró en Rogue One lo bien que se le dan los
escenarios militares de ciencia-ficción. Aquí vuelve a crear un mundo
sorprendente en su minucioso tratamiento. La puesta en escena es espectacular,
sin efectos especiales chapuceros, detallista, cuidadísima. No
queda del todo claro el funcionamiento de algunos aspectos. Pero no lo veo como
un defecto. Me parece más bien un universo de gran riqueza que se puede seguir
explorando. Nos asomamos a un escenario en el que atisbamos unas cuantas cosas pero
hay mucho por descubrir. John David Washington y Madeleine Yuna
Voyles tienen una química sorprendente. Allison Janney siempre añade
un plus. Espero
que le vaya muy bien en la taquilla. Siempre es un riesgo una superproducción
de este estilo que no forma parte de una franquicia. Interesante,
más centrada en la acción que en los dilemas éticos pero aún así con
planteamientos sugerentes y con un desarrollo del guión muy logrado.
1.
Han pasado 343 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Hay viernes en los que no estrenan nada interesante en los cines. Y hoy exhiben
The Creator (Gareth Edwards),
Golpe de suerte (Woody
Allen), Cerrar los ojos (¡Víctor
Erice después de 31 años!) y Monstruo
(Hirokazu Koreeda). La última me la voy a ahorrar porque el hombre se ha
vuelto un depre. Pero también me gustaría echar un vistazo a La ternura (Vicente Villanueva).
Y tenemos cosas en plataformas. A ver cuándo encontramos tiempo. 3.
Volvemos al tema del robo de título. La
caída de la casa Usher parece que no tendrá nada que ver con Edgar
Allan Poe. Sea buena o mala se está aprovechando de algo que no respeta. Y la
esencia, el espíritu, debería mantenerse. 4.
Los mercenarios 4 recibió
palos de la crítica como nunca había visto y oído. Pero también el público la
está tumbando. Costó 100 millones, esperaban recaudar 15 en USA y sólo han
logrado 8. No creo que la recaudación internacional lo arregle. 5.
Se acercan los 60 años de Doctor Who.
Noviembre. Russell T. Davies intentará que con tres capítulos de
cumpleaños olvidemos la era Chibnall (el que no deber ser nombrado). Han
lanzado un tráiler para ir abriendo boca.
-No
hace falta ser biólogo para saber que acá en Argentina no hay osos. Pero
el Ucumar sí. Una especie de Yeti en los Andes. No
tengo por qué justificarme para ver una película, ¿vale? Pero voy a hacerlo.
Esta película dura 75 minutos y me cuadraba bien. Sólo la vi por eso. Serie
B total. Muchas cosas malas, alguna buena. La
estructura me gusta: relatos, testimonios, escritos que nos llevan a diversas
historias del pasado acerca del ucumar. El problema es que cada historieta es
un reinicio con otro ambiente, otro tono. Así es imposible mantener una
atmósfera apropiada, un ritmo. Jamás hay tensión y mucho menos terror. Cuando
estás en el momento álgido pasamos a otra cosa que puede ser hasta bucólica. Diálogos
forzados e interpretaciones tirando a malas con excepciones. Lo peor la música.
La fotografía es bastante decente. Pudo
funcionar muy bien en el terreno de la aventura o en el del terror. O en los
dos. Pero no consigue despuntar en ninguno. En el relato precolombino se les va
la pinza. Por lo gore y por ese dios Viracocha. Sí
me gusta el final.
Una
película bastante peculiar. No tiene un guión extraordinario pero hay muchas
cosas que juegan a su favor. En
los 90 minutos de duración apenas se habla. Es casi una película muda. De hecho
hay una sola frase, me parece. Fía todo a la imagen. Eso significa que la
actriz principal tiene que funcionar. Y Kaitlyn Dever funciona. Una
chica que vive sola en una casa apartada y que no se relaciona con nadie en el
pueblo. Luego
hay que construir una atmósfera adecuada para lo que va a venir: una trama que
mezcla alienígenas con secuestro en tu casa. No puede decirse que haya cosas
nuevas en esta variante de La invasión
de los ultracuerpos. El tema de ser poseídos por alienígenas ha sido
muy repetido. Pero sí logra generar una ambientación agobiante, tensa, con una
escalada de monstruitos más peligrosos que el anterior. Y, repito, sin diálogos. Obviamente
la fotografía también es un gran apoyo para que esta historia de
suspense/terror/ciencia-ficción funcione adecuadamente. La
cuestión es que la película está siempre en la cuerda floja al jugar con tantos
géneros y elementos. No se cae (es un gran mérito), pero tiene que ocuparse tanto
de ese equilibrio que descuida el guión y los fundamentos para dar relevancia al
mensaje final. Supongo
que habrá otras interpretaciones diferentes a la mía pero yo lo veo como una
especie de: más vale sólo que mal
acompañado. Me pareció un final bastante puñetero, la verdad.
En
un glaciar de nombre impronunciable y que ni siquiera debería escribirse
(Vatnajökull) encuentran los restos de un avión de la Segunda Guerra Mundial. Otra
cosa curiosa es que un avión con nazis lo pilotase un americano. Yo
lo veo como la versión islandesa de Indiana
Jones con un presupuesto mucho más bajo. Hasta hacen una alusión
irónica. El problema, sin embargo, no es el presupuesto. El problema son todas
esas casualidades, coincidencias, cosas que se sacan de la manga… Y hasta se
puede perdonar si le aportas humor, comedia. Como hacían en Indiana Jones. Aquí van demasiado en
serio. Y entonces las inverosimilitudes chirrían. No
es por ser aguafiestas pero todo esto se solucionaba mandando las fotos (las
primeras) a los periódicos con una nota que dijera: “Esto es lo que buscan los
yanquis”. Pero, claro, como diría John Ford, entonces no habría
película. En
fin, que la anticitera de Indiana
sería el Napoleón, también hay una agente negra de la CIA, un malote blanco y
rubio (Iain Glen), una parejita en busca de algo misterioso, un final con avión…
Hay muchos paralelismos. ¿Quién pensó que una aventura así debía tener
gravedad? Lo
de Einar y ese disparo es una locura que debió incluirse en una parodia. Pese
a todo funciona por su buen ritmo, porque está decentemente rodada y porque
esos paisajes helados siempre son resultones. Me
gusta el epílogo: da inicio a una nueva aventura. Si hacen continuación
acompañaré al equipo a Polonia y espero que corrijan errores. Un
pasatiempo liviano, sin más. Puede que te valga, puede que no. Si la piensas
sales perdiendo.
-Un
fracaso deliberado no es un fracaso. Han
tenido que venir los coreanos a decirnos cómo se hace una serie de superhéroes,
cómo se debieron hacer los X-Men,
cómo se usa la rueda. Moving es un drama que usa los superhéroes como detonante.
Y si desarrollan 20 capítulos es por una buena razón: para cuestionar las
estructuras de las series, para darle un vuelco a los dogmas. Los
primeros 7 capítulos se centran en los adolescentes. Vamos conociendo ese
mundo, detalles del pasado, conflictos colaterales, personajes que se van
conectando. Los 20 primeros minutos del capítulo 5 son un pormenorizado bullying exasperante que desemboca en
una secuencia de enorme brutalidad. Después
vienen capítulos por parejas, de géneros distintos. Podrían ser películas
independientes. Los episodios 8 y 9, calmados, serenos, pasarían por una
historia de espionaje y amor que bebe de John le Carré. El 10 y 11 (con
momentos salvajes nivel estratosférico) son para El Monstruo y el género de la
mafia. El 12 y 13 son un par de dramas matrimoniales (que devastador el final
del 13 aunque ya sabes qué pasará). 1x14
es el puente de la infancia para depositarnos en el 1x15 y retomar las cosas
donde quedaron en el 1x07. Puede sonar raro pero es otra prueba de lo seguros
que se sienten los guionistas en lo que hacen. Y funciona por la gran
profundidad que han dado a los personajes. Los
únicos que me parecieron más flojos fueron el 1x16 y el 1x17. Ahí sí hubo
demasiado artificio para manejar la tensión y la historia del director del
instituto no aportó mucho. Los
tres capítulos finales son una escalada de palizas a lo bestia entremezcladas
con magníficos pequeños detalles que siguen construyendo el drama. Pero
además hay cosas como los traumas de los padres, las semillas del conflicto,
los intereses políticos de Corea del Sur, del Norte, Estados Unidos, China… Un
despliegue de personajes, tramas, géneros entrecruzados, una serie río que
crece y crece. Por
cierto: qué sensibilidad para desarrollar poco a poco esa historia de amor
adolescente. No
terminé de entender el papel del chico rebelde y la chica influencer. Son los dos puntos más débiles en una serie de
grandísimo nivel que se merienda a cualquier vulgaridad realizada por Marvel,
DC o Sony. Y
qué pedazo de final, qué maravilla, leche. Para mí una de las series del año y
eso que hay cosas del cine coreano a las que aún me cuesta adaptarme.
1.
Han pasado 336 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Una de esas cosas inesperadas que ningún analista pudo predecir es que Trol se convertiría en la película
de habla no inglesa más vista de Netflix. A mí no me gustó especialmente pero,
obviamente, dado su éxito, tendremos Trol
2. 3.
Si te habías preguntado por qué Disney o Netflix suelen cancelar las series
después de la tercera temporada y reiniciarlas con otro nombre (por ejemplo Hannah Montana 1, 2, 3 y Hannah Montana Forever), la
respuesta es que en la temporada 4 hay que renegociar salarios.Por eso Daredevil se llamará Daredevil:
Born Again y todo el mundo cobrará lo que cobraba en 2015. Esa es otra
razón por la que los actores están en huelga. 4.
Al ritmo que van las inteligencias artificiales de voz, a los dobladores
humanos de series y películas les quedan 2 Pasapalabras.
De momento a Stephen Fry le
han “robado” la voz para narrar un documental sin su consentimiento.
-Tú
también has visto las películas. ¿Sabes lo que les pasa a estos tipos cuando
caen a la Tierra? Imagina
que E.T. el extraterrestre no
hubiese aterrizado cuando lo hizo y que hubiese tardado un poco más. Ahora
imagina que Elliot no fuese un niño sino ya un anciano que se llama Milton y
que viviese en Boonton, Pensilvania. O imagina Cocoon pero sin fuegos de artificio. Pues
eso es Jules. Milt
explica a todo el mundo que un OVNI se ha estrellado en su granja y que tiene a
un extraterrestre en casa. Y como es anciano nadie le cree. Me encanta. Luego,
claro, cuando quiere que sea un secreto, deja de serlo. Es
muy sencillita. Pero ahí está lo bueno. Con algo tan simple logra un poco de
comedia, otro poco de drama, otro poco de emoción… Jules se convierte en el
confidente de la tristeza y la soledad de tres ancianos: Milton, Sandy y Joyce.
En su amigo. En su guardaespaldas. Están
muy bien tratados: conversaciones sobre elpasado, sobre la medicación que toman, visitas al médico… Ya lo he
mencionado otras veces: los ancianos son el grupo más grande de población y el
menos representado en el cine. Y películas como está me parecen importantes. La
dinámica de los tres ancianos y el extraterrestre es de una cotidianeidad
sorprendente. No hay nada espectacular ni llamativo. Ni excesivamente
sentimental. Pienso que ahí está su principal virtud. Todo
lo de los gatos me pareció divertidísimo y unido a los agentes del gobierno… No
sé si es una peli adecuada si te gustan los gatos. El
mensaje, la alegoría, el significado del alien es un poco ambiguo. Mejor: eso
da pie a algunas variantes en la interpretación.
-Lo
único que todos quieren en este mundo es ser feliz. Tal vez serías feliz si
dejaras que la gente crea lo que quiere creer. Nandor
Fodor es el parapsicólogo más célebre del mundo. Acude a la isla de Man para
investigar el curioso caso de una mangosta parlante. ¿Pruebas? La han oído
hablar. No la han visto, los pelos que deja son de perro, pero la han oído y
saben que es una mangosta llamada Gef. Circunstancialmente hay una chica que es
ventrílocua. Ya
me perdonarás que vea cosas como Fumar provoca tos o como Nandor
Fodor. Pero estoy un poco irritado ante la espera ansiosa de muchos
por, sólo es un ejemplo, Aquaman.
Es cansina esa persistencia en sagas que sabes que serán malas pero esperas que
sean buenas. Por eso, últimamente, siento atractivo por estas pequeñas
historias absurdas que, al menos, son puro cine. En
realidad la peli habla de eso: de querer creer. Nandor Fodor es un científico
que quiere ser parapsicólogo, sabe que Gef no existe pero quiere una prueba de
que sí, desenmascara espiritistas pero le gustaría no hacerlo. Quiere un más
allá, quiere trascendencia. Buena
ambientación y fotografía, diálogos absurdos, personajes excéntricos y ese aire
de campiña rural de gente agradable y medio loca. Simon Pegg y Minnie Driver (su secretaria)
componen bien esos personajes cómicos que se toman totalmente en serio. No
me atrevo a recomendarla alegremente pero tiene encanto. Divertida
la escena postcréditos en la que reparto y equipo se dedican a insultar al
director de la película.
-Llamad
a la policía. Decidles que Hércules Poirot está en el caso. Lo
reconozco: a estas pelis de Kenneth Branagh sobre el detective Poirot he
dejado de acudir por el misterio en sí. Voy por la fotografía, el vestuario, la
puesta en escena, esas angulaciones en los planos (una panorámica aplicada a un
picado, toma ya). He renunciado al guión. Cosa que quizá es un poco patético,
lo sé, pero es que son bonitas. Es curioso que a un director tan shakesperiano
le importe un bledo el guión y se centre en el dominio de la cámara. Venecia,
1947. Impelido por una mujer, Poirot acude a una sesión de espiritismo para
desenmascarar a la médium. Por supuesto alguien va a morir. Una
magnífica atmósfera siniestra, ciertos toques oníricos, todos esos picados,
contrapicados, planos inclinados, fuera de campo y la cuidada fotografía me
enganchan sin necesidad de que el guión sea perfecto. Me engancha siendo el
guión tramposo. Y tiene uno de esos repartos medianamente lujosillos que
funciona bien. Ah: además hay un niño repelente. Si es que lo tiene todo. ¿Qué más se puede
pedir? Critico
el guión pero, en el fondo, es bastante coherente con Agatha Christie.
Ella también se sacaba algo de la manga para explicar las cosas en el último
momento. Quiero decir que la resolución, el quién lo hizo, nunca es lo
importante en esta clase de películas. Lo que importa es esa sensación
inquietante que logra crear, las dudas de Poirot, la razón contra la
superstición, la lógica contra los fantasmas. Y aquí Poirot tiene sus dudas,
está a punto de desconfiar de sus pequeñas células grises. En
mi opinión logra lo que quiere mucho mejor que en Muerte en el Nilo.
Lioness es un grupo de
operaciones especiales de la CIA con numerosas mujeres. Misión: entrar en
contacto con musulmanas emparentadas con objetivos. Infiltrare en las familias. Es de Taylor
Sheridan. No se anda con chiquitas. Las dos secuencias iniciales son duras.
Por distintos motivos dramáticos. Pero igualmente contundentes. El segundo
capítulo es de una crudeza enorme. Un deleitarse en la tortura. Si Citadel era Barbie y Ken jugando a
espías, Lioness juega a
embarrarse lo más posible. Y, contra todo pronóstico, es un problema. Juega a ser realista y
a nada más. Convencional. Previsible. Sota, caballo, rey. Lo de siempre.
Originalidad con tendencia a cero. Y esa sosería tratan de reemplazarla con
violencia física y sordidez moral. Y cuanto más profundizan en lo último, más
se notan los defectos de lo primero y entra en un círculo vicioso. Porque lo del drama
familiar… Al principio me pareció interesante que se adentrara en ese campo, en
lo imposible que es compaginar la vida familiar con una profesión así. Pero le
dan tanto metraje que casi dudas si estás viendo una serie de espías o el drama
de una adolescente repelente. Y el drama familiar, que arrancó como
compensación, se vuelve en forzado e, incluso, moralizante. Ambiguamente moralizante para no molestar a nadie, pero chirría muchísimo. Me estoy pasando. No es
tan mala. Se deja ver. Entretiene. Está muy bien puntuada en imdb. Pero es que
esta serie no está diseñada para eso. Tiene unas ambiciones enormes y un guión
absolutamente plano. No reprocho nada al
cuarteto femenino protagonista: Zoe Saldana, Laysla De Oliveira, Nicole
Kidman, Stephanie Nur. Y de propina tienes por ahí a Morgan
Freeman.
1.
Han pasado 329 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Ya está. Se acabó lo de hablar del retiro de Miyazaki. Acaba de estrenar
El chico y la garza y dice que
ya tiene otra en marcha. 3.
¿Qué pasa con Godzilla? ¿Qué
tiene este tío que vuelve locos a todos? En breve tenemos Monarch: Legacy of Monsters de
Apple. Poco después Godzilla: Minus
One versión japonesa de Takashi Yamazaki. Y en 2024 Godzilla versus Kong de Warner y
HBO. Los superhéroes mueren, los monstruos reviven. 4.
Esto pasó en la rueda de prensa de La
tierra prometida de Mads Mikkelsen. Un periodista criticó que
todos los actores fueran nórdicos. Mikkelsen y Nicolaj Arcel, el
director, se tronchaban de risa. La película transcurre en Dinamarca en el
siglo XVIII. ¿Qué esperaba el periodista que hubiera?
Un
virus asola Israel. Por culpa del (o gracias al) bloqueo israelí, Gaza se
convierte en el lugar más seguro. Un
par de tipos que viven de trapicheos (su última idea fue remodelar copas de
sujetador para venderlas como mascarillas) deciden introducir en Gaza a 3 personas
a cambio de 15.000 dólares. Sinceramente:
creo que la película no acaba de funcionar porque es muy difícil aceptar la
comedia en ese ambiente. Ya sé que se ha hecho humor con todo. La vida es bella fue un exitazo
haciendo humor con el Holocausto. Pero allí había buenos y malos. Aquí tratan
de dibujar a todo el mundo como amable. Quieren quedar bien con judíos, árabes,
Hamas, mafiosetes locales… En el fondo todos son gente maja, con idea
diferentes, pero majos. El malo tampoco es malo: es un chiste. El
conflicto queda diluido. Yo la veo como una especie de Uno, dos, tres de la que no hubiesen aprendido las lecciones
importantes. No
es mala. Tiene unas cuantas buenas ocurrencias. Está claro que hay una
elaboración del guión. Pienso que les come el caos. Tratan de introducir toda
la idiosincrasia de Gaza en un enredo rápido. Probablemente para los autóctonos
tenga mucha más gracia que para cualquier extranjero. A mí me ha parecido
sobrecargada. Entretenida
pero sólo a ratos se sigue con interés.
-¿Qué
tía conduce así? Lo
de la huelga de actores va a ser duro para Hollywood. Igual nos acostumbramos a
ver cinematografías de otros países no occidentales y descubrimos que las hacen
mejor. Ya me pasó con Declaración de
emergencia (coreana) y Secuestro
en el aire (Hollywood). Y ésta Entrega
urgente me ha vuelto a sorprender. A
lo que voy es que los coreanos, incluso cuando hacen una peli de género, la
hacen estupendamente. Mejor que los yanquis en muchas ocasiones. Eun
Ha es conductora. Transporta lo que otras agencias no pueden transportar. Vive
sola, es discreta, tiene sus reglas y su tasa de entregas es del 100%. Hasta
que le encargan transportar a un niño. Sí.
Que suena a Transporter. Pero con
la chica de Parásitos (Park
So-Dam) en vez de con el tocho de Jason Statham. En mi opinión
salimos ganando porque también tiene algo del Ryan Gosling de Drive. No
es ninguna maravilla: hay fallos en la edición, hay cosas que superan lo
verosímil, a algunas de ellas un humano no sobrevive… Pero aunque haya muchos
clichés la perspectiva de otro país, esa mirada diferente a lo que estamos
acostumbrados, es suficiente cambio para convertirlo en un thriller atractivo, con persecuciones de coches, peleas y también
bastante sangre. El
final tampoco es tan redondito y feliz como solemos ver pero es lo que se
necesita. Convencional
pero entretenida. Me gustó esta variante al género y quiero ver más de Eun Ha.
Es
del mismo director de Mandíbulas.
Con eso queda todo dicho. Los
5 mejores superhéroes del mundo forman la Patrulla Tabaquera: Metanol,
Nicotina, Mercurio, Amoniaco y Benceno. Su jefe es una rata babeante en plan
teleñeco. Defienden la tierra de extraterrestres. Tras
su última misión se van de acampada para fortalecer la cohesión del grupo y
durante el fuego de campamento cuentan historias de miedo. Aparte
de tomarse a chacota a los superhéroes, la peli no va de nada. Creo que trata
de llevar la contraria en todo. Empezando por sus escuetos 75 minutos de
duración. Me ha gustado su aire retro, con esos uniformes de plasticuchi, sus
monstruos de tebeo de los años 50 y sus localizaciones secretas. Una fotografía
muy iluminada también va en sintonía. Perfectamente
absurda en situaciones y diálogos se lleva la palma con la barracuda y la
historia gore consecuente. No
es nada fácil averiguar qué tiene Quentin Dupieux en la cabeza. Él
escribe, dirige, monta y le da igual todo lo demás. Hace su cine personalísimo,
con un expreso rechazo hacia cualquier espectáculo o gran presupuesto. Aquí
los superhéroes son una mera excusa para contar otras pequeñas anécdotas que no
le daban para un largo. Pero pudo ser perfectamente al revés y tener a una
mujer con casco y sus amigos contándonos una historia de superhéroes. Si
la ves, yo no me hago responsable del daño neurológico que te pueda provocar.
1.
Han pasado 322 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Cómo conocía a tu padre se ha
cancelado tras su segunda temporada. Yo pienso que le sobraban las dos, así que
no se pueden quejar. 3.
Con la huelga, que sigue y sigue, se reprograman las películas para después.
Pero nadie sabe después de qué, que dirían Les Luthiers. Porque al ritmo que va la cosa habrá que
re-reprogramar. 4.
Ésta es otra cosa que me sorprende mucho: que la gente pensara que Rotten Tomatoes era independiente. Ha
tenido que destaparse explícitamente el caso de Ophelia para que la gente lo entienda. Es como esas
publicaciones adheridas a The Trust Project:
son fiables porque ellos lo dicen. Y te pones a buscar y son un conglomerado de
las empresas de comunicación más ricachonas. 5.
El 1x04 de Ahsoka me ha
parecido un horror. Incoherencias, caprichos de guión, cosas que pasan por que
sí contra toda lógica… Y ese final. Por favor, por favor, por favor: ¿podemos
olvidarnos definitiva y radicalmente de la familia Skywalker?
-Eso
es lo curioso del poder. Los que realmente lo tienen no necesitan hablar de
ello. Tengo
muchos problemas con esta serie. El
primero es su credibilidad. Acepto la ficción (no es un documental) pero, como
en muchas otras ocasiones, han usado como excusa un acontecimiento real para hacer
otra cosa. No me parece que Coppola sea como nos lo pintan. Me encanta Giovanni
Ribisi pero aquí está sobreactuado aunque, claro, no sé cómo era Joe
Colombo. Hay cosas falsas como ir a buscar a Robert Redford al rodaje de
Dos hombres y un destino,
película que se había estrenado cuando se publicó El padrino. Y es radicalmente falso todo lo de la posible venta
de Paramount, trama que resulta ser esencial en la serie. Esta parte llegó a
enfadarme porque, a partir de ahí, ya no pude saber qué era cierto y qué no. Me
gustaría conocer los entresijos de El
padrino pero me es imposible aceptar lo que cuentan. Otro
problema es que, a la par que veía The
Offer, estaba leyendo Meditaciones
de cine de Tarantino. Y la atmósfera de los 70, el ambiente, el
aire que se respiraba, son muy distintos. Y no me cuadra. Sé que Tarantino
es muy intenso y que para él es todo o nada. Pero me creo más a Tarantino
que lo que muestra La oferta.
Igual estoy equivocado, pero… La
oferta parece anclada en el final de los 50 o comienzos de los 60. No
veo el aire de Easy Ryder, la llegada
de los rebeldes y de los barbudos, la violencia desmadrada, la
alteración de los códigos. Ponerme un plano de una fiesta desmadrada y un
ejecutivo esnifando unas rayas en un avión no es suficiente para recrear la
época. Acepto
que el ritmo es bueno, la trama amena y tiene sus momentos divertidos. Pero es
forzado, con situaciones cliché y diálogos sentimentales. Es una historia del
cine dentro del cine como pueden serlo Babylon
o Cantando bajo la lluvia.
Pero de ahí a aceptar que El padrino
se hizo así… Tampoco
hay alardes especiales de dirección. Un poco mecánico todo. Parece que sólo se
inspiraron en Coppola en la secuencia del asesinato de Joe Gallo. Lo
peor, con todo, la personalidad pacata que le dan al tipo que interpreta a Al
Pacino. Para mí, el mejor personaje es Bettye (Juno Temple), la
secretaria de producción.
-Esto
no es una comedia francesa. Es
la película de François Ozon que más me ha gustado desde la ya lejana 8 mujeres. Ese toquecillo
almodovariano le sienta muy bien y ojalá nunca lo hubiera abandonado. La
primera mitad parecía toda la película: crimen, investigación y juicio.
Entonces el espectador se pregunta si lo que sucederá a continuación va a ser
la nueva vida de las protagonistas. Confieso que durante unos minutos me sentí
desconcertado y pensé que seguiría un discurso alargado acerca del feminismo y
el machismo. Pero de repente aparece la siempre inmensa Isabelle Huppert
y, con ella, el giro. Un giro que lanza la historia en nuevas direcciones. Decía
Emmanuelle Seigner en una entrevista que lo de ahora no es feminismo, es
estupidez. Y es que el feminismo francés es muy diferente del feminismo
americano. El feminismo americano viene a decir: pídeme permiso antes de
guiñarme un ojo y ya te diré si procede. El feminismo francés viene a decir: tú
tira para adelante y ya te diré si tienes que parar. Ozon juega la baza de las
contradicciones del feminismo con mucha inteligencia. Al mismo tiempo que
presenta las evidentes desigualdades no se reprime a la hora de mostrar el
provecho que saca cualquier mujer con ambiciones y manipulación. Esos juegos
son los que construyen una historia muy divertida a la vez que reflexiona sobre
desigualdades sociales (en contra de la mujer), jurídicas (a favor de la
mujer), medios de comunicación… Es
el año 1935 y en un pisito sobreviven una actriz y una joven abogada. No les da
para pagar el alquiler y el asesinato de un productor teatral provocará cambios
en sus vidas. El
guión está bastante elaborado. Hay diálogos chispeantes, agudos y, como en toda
buena comedia, no se descuida a los personajes secundarios que aparecen. Los va
hilando con cuidado para que no desaparezcan sin más y para que tengan su
trascendencia en la trama. Muy
bien. A ver si Ozon nos da más historias de éstas, de mujeres al borde
de un ataque de nervios que usan sus armas para lograr lo que quieren.
Pues
me sigue interesando mucho todo lo que sucede en esa reserva Navajo de los años
70. El teniente Leaphorn de la reserva, sus acuerdos y desacuerdos con el
sheriff del condado, el asesino rubio de esta temporada, la cuestión de la
esterilización de mujeres nativas, las relaciones entre los personajes… No
entro a pequeños detalles no muy bien llevados porque no merece la pena. El
nivel general me parece muy alto. Hay muchísimas pequeñas cosas bien tratadas.
Cómo Leaphorn da la mano a su esposa con la hebilla del hijo muerto entre ambas
palmas, esa conversación mientras la cámara enfoca la estatura de alguien medida
en una puerta, esa mujer con necesidad de botellas de oxígeno, el cuello de la
camisa de Chee… En fin, hay cientos de nimiedades que construyen bien la
historia, hay buenos personajes, hay conflictos interesantes. Hay
un momento en que el asesino, buscando afecto, reclina la cabeza en el dorso de
la mano de una mujer que le recuerda a su madre. Y ese único momento lo
humaniza. Un tipo que hasta ese momento era un psicópata de manual, alguien
odioso, adquiere tridimensionalidad con esa breve escena. 2x04.
Leaphorn y su prisionero. Lo esposa, le pone una soga al cuello. Ambos,
heridos, atraviesan el desierto. Se hace lo que se haría para domar a un animal
salvaje. Toda esa secuencia me encantó. La
cuestión sobre la justicia “blanca” y la justicia india es sugerente. A veces
se necesita la justicia india. Puede que cambien los tiempos pero las
situaciones son las mismas. La
sargento Bern Manuelito adquiere más protagonismo y Chee se reconvierte en
detective privado. Muy
buena, con un gran final. El único defecto gordo de esta serie es que sólo
tiene seis capítulos por temporada.
1.
Han pasado 315 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Dicen que Lupin estrenará su
tercera parte el 5 de octubre. Tras más de dos años, cambios y recambios, ¿será
cierto u otro engaño del maestro del disfraz? 3.
Barbie llegó a los 1.400
millones. No lo entiendo. Que sí, que está bien. Pero que no pasa de ser una
comedia bien hecha. Que son mejores, por ejemplo, La fiera de mi niña o Uno,
dos, tres. 4.
Las crónicas de Spiderwick y Nautilus ya están rodadas. Pero
Disney las cancela antes de su estreno. Disney quiere ahorrar 3.000 millones
por algún lado y empezó por aquí. Los responsables de las series están buscando
plataforma distribuidora. 5.
Meg Ryan. Escribir ese nombre
me ha producido la sensación de desenterrar una cerámica milenaria. Dirigirá y
protagonizará una comedia romántica (claro, obviamente, desde luego) titulada What Happens Late. Con otro
jovenzuelo: David Duchovny. ¿Pero qué le pasa a la gente? No sé dónde
estaba escondida Meg Ryan pero sospecho que no debió salir de allí.