Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
-Por
los de antes y después, por nosotros y los del más allá. Creo
que Mike Flanagan es realmente un buen contador de historias. Sólo que
aquí tiene un circo de tres pistas que trata de dirigir simultáneamente y no
siempre le sale bien. Están las historias de los chicos, están las historias
que cuentan los chicos y está la historia que enlaza todo. Las
historias de los chicos nunca me interesaron. Las
que cuentan los chicos me interesaron pocas veces y, curiosamente, la que más
me interesó no era de terror, era la policiaca rodada en blanco y negro.
También estuvo bien la del demonio y el ángel roqueros. La
historia de terror que enlaza todo sí me interesa pero es demasiado dispersa,
confusa y deja cabos sueltos por todas partes. El
capítulo 7 es un punto de inflexión, probablemente el mejor. Rompe los esquemas
a los que se había atado y se muestra libre. En
todo caso creo que el problema está en mí, no en la serie. No puedo decir que
me haya gustado, pero no voy a culparla. El hecho de que unas partes me gusten
y otras no, tampoco significa que sea irregular. Creo que se trata de que tratamos
con adolescentes. Que se me hace cada vez más difícil lidiar con sus tontunas
o, más bien, con los tópicos que les suponen los guionistas. Tampoco
estoy seguro. Quizá es el modo de tratar el tema de la muerte en una persona
joven. Quiere ser profundo por un lado, ligero por otro en la trivialización de
las fronteras con el mundo sobrenatural. En
fin. Me ha costado terminarla, pensé en abandonarla. Pero por otra parte me
parece muy superior a El gabinete de
curiosidades del Guillermo del Toro. Bien escrita en su mayor parte,
pero los personajes me parecen casi todos iguales. Anya es la que más grabada
se nos queda y es una secundaria, los demás jamás llegaron a emocionarme porque
no conecte con ellos.
Me
ha decepcionado, como muchas otras antologías. Casi todos los capítulos tienen
idéntica estructura, idéntico desarrollo, idéntico final. Con el problema
añadido de que, ese tipo de final, implica mantener la tensión con recursos que
rara vez funcionan: todos los capítulos se hacen largos. Para llegar a ese
punto no hacía falta tanto metraje. Especialmente La visita: 40 minutos de cháchara sin sentido antes de que realmente
comience una historia simplona. Otro
problema es la explicitud. La sutilidad es cero, la sugerencia del horror nula.
Busca escenas asquerosas, detalladas en lo repugnante y, por tanto, llega un
punto que no me dicen nada. Se te olvidan enseguida, el impacto es inmediato,
no postergado en la imaginación. 1:
El trastero 36 de Guillermo
Navarro con Tim Blake Nelson. 2: Ratas de cementerio de Vincenzo Natali. 3: La autopsia de David Prior.
4: La apariencia de Ana
Lily Amirpour con Kate Micucci. Éste se sale un poco de la tónica
general pero el final deja un tanto indiferente. Tiene una estética bastante
extraña con esas lentes deformantes. 5: Modelo
de Keith Thomas con Crispin Glover. Muy buen trabajo de este
hombre. La mejor de las interpretaciones. 6. Sueños en casa de la bruja de Catherine Hardwicke con Rupert
Grint. 7: La visita de Panos
Cosmatos. 8: El murmullo
de Jennifer Kent. Este
último me gustó un poco más. Típica historia de casa embrujada, pero lo
importante no son los sustos ni el miedo sino la relación de ese matrimonio de
ornitólogos. Hay unos personajes con una historia verosímil detrás, un conflicto
que es el núcleo. Además no sigue la misma estructura de los otros y tiene un
par de secuencias muy logradas. Es realmente el único que tiene algo que
contar. Ahora
vamos a ver qué pasa con El club de la
medianoche y luego dejamos descansar el terror y los virus de
Halloween.
1.
Han pasado 14 días desde el final de Elseñor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Los mercenarios nació como un
chiste y estuvo bien. Ahora, cuando se acerca el estreno de Los mercenarios 4 me hace la misma
gracia que un chiste contado 4 veces. No sé si a ti también te pasa. 3.
Ésta sí que no me lo esperaba: el guión de la próxima película de Star Wars lo está escribiendo Damon
Lindelof. 4.
Todos los que vimos Dumbo de Tim
Burton supimos que ésa no era la peli que el director quería. Era la
versión del Disney más gazmoño. Ahora Burton se ha explayado diciendo
que él era Dumbo en un circo horrible del que necesitaba escapar. Y que no
volverá a trabajar para Disney, Marvel incluida.
-Ella
ni siquiera es lo peor que hay ahí. Últimamente
sólo surgen obras maestras entre las películas de terror. Al menos eso parece
cuando oyes/lees críticas de modo habitual. Casi cada semana surge una obra
maestra del género. Y del resto de géneros, nada. Citan a X, Black Phone, Smile
y hasta Scorsese hace elogios de Pearl.
Yo me decanté por esta Barbarian
por escoger una que ha sido un taquillazo en EEUU. Pudo ser otra. Todas
esas alabanzas me parecen exageradas pero una cosa admito: están buscando
nuevos caminos. Barbarian. Aquí el título sí que lo dice todo. Qué
desagradable. No sé si es un mérito hacer una peli desagradable, pero si es lo
que buscaba, lo consigue. Qué atmósfera más insana, más incómoda, más
agobiante. Cocina el caldo inicial con calma en algo que es casi un Mcguffin para luego adentrarnos en los
horrores humanos. Su carga metafórica (obvia por otra parte) tiene más sentido
para los americanos, ese vaciamiento de las zonas residenciales convertidas en
páramos ruinosos, el declive de Detroit. Los
sótanos siempre han sido lugares propicios para lo espeluznante, pero aquí
alcanza unas cotas perversas muy elevadas. Un lugar para la barbarie, efecto de
lo civilizados que somos. No
me parece una peli para recomendar. Pero si quieres horror y seres
despreciables (menudo personaje el de AJ), el resultado es bastante potente.
En
el especial de Pascua nos entregaron, posiblemente, el peor capítulo de toda la saga. Venía
a ser el capítulo 200 y lo celebraron por todo lo bajo. Un auténtico horror. El
vapuleo de críticas parece que se notó y ahora nos han ofrecido un episodio
notable. Empezamos
con un tren espacial que atraviesa galaxias, los Cybermen han evolucionado a
CyberMasters, los Dalek se rebelan contra ellos mismos, en la Siberia de 1916
pasan cosas extrañas (Rasputín anda por ahí), 15 obras maestras de la pintura
desaparecen y 12 sismólogos también. Y, en fin, habrá sorpresas que conviene no
revelar. Muchos personajes recuperados de capítulos anteriores, de décadas
anteriores. Y una Estrella de la Muerte o algo así. Y sorpresón gordísimo en la
escena final. Dura
90 minutos, una auténtica película, el nivel de producción está por encima de
la media y tiene un ritmo imparable. Además volvemos a la companion única, que tan bien le sienta a la serie y de la que
nunca debió salir. Así
que, del peor capítulo pasamos a uno de los mejores. Realmente logrado en su
tensión, sus giros, los elementos imbricados. Sólo que uno piensa: ¿por qué no
hicieron las últimas tres temporadas a partir de este argumento,
desarrollándolo como se merecía? Es un capítulo con un enorme contenido,
claramente un poco precipitado y que habría dado para mucho concebido como una
temporada. Un
inconveniente: hay que ser bastate whovian
para entender todos los detalles. Me
gustó también la reunión de companions
anónimos. Otra cosa más a la que se debió sacar más partido. Bueno.
Pues lo siento por Jodie Whittaker pero me alegro que sea el fin de la
era Chibnall. Un capítulo más y esperemos que la TARDIS nos lleve a un
lugar con un showrunner mejor.
Henry
sube al autobús. Vagabundo. Allí conoce a Paul, que es un poco tonto, pero que
le ofrece conocer a Mark, que trabaja para John y que, a su vez tiene a alguien
por encima. Henry está dispuesto a cualquier cosa, tráfico de droga o lo que
sea si no hay violencia. La
peli es un poco tramposilla en su edición pero creo que eso está bien para
sorprendernos con una historia de infiltración inversa por decirlo de algún
modo. No
está tan bien el estilo fragmentado, flashback,
sueños. Demasiado abrupto. Desubica al espectador en el espacio y en el tiempo
para hacerla innecesariamente compleja. Está bien que no nos pongan las cosas
fáciles, que haya que meter la cabeza, pero me da la sensación de que a veces
se les fue la mano en la sala de montaje. Sin todas esas cosas, la sorpresa
habría funcionado igualmente bien. La
historia, basada en un caso real, sigue la investigación del secuestro y
asesinato de un niño en Australia. Tardó 8 años en resolverse aunque la policía
estaba muy segura de quién era el culpable. Con
tono realista, muchos primeros planos, sobria. Me llama la atención la elipsis
deliberadamente sostenida de aspectos macabros. Incluso cuando ponen las
diapositivas no enfocan las imágenes sino los rostros de la policía y
escuchamos la voz de la forense. Hay una determinación para que la relación
entre Henry y Mark sea el núcleo del argumento. Algunas
cosas me gustan bastante, otras muy poco. Interesante, sin embargo, esa operación
policial.
Lo
único malo de esta peli es el título. No entiendo su sentido. El resto es una
maravilla. Hay
gente que, cuando quiere hacer un ejercicio de estilo, cuando quiere dárselas
de autor, construye artefactos intragables. Aparecen, entonces, personajes que
deambulan drogados, con dramas psico-sexuales, músicas estridentes y lentitud
exasperante. Y
unos pocos hacen cosas divertidas y entrañables. Como ésta. 1953.
Agatha Christie está en lo más alto y en el teatro se representa la función
número 100 de una de sus obras. Hay un productor, un director y un guionista
interesados en llevarla al cine. Alguien es asesinado. Entran
en escena un inspector un tanto dejado (Sam Rockwell) y una agente, una
de las primeras mujeres policías. Una Saoirse Ronan envuelta de dulce
sobriedad. Muy
bonita la puesta en escena, cuidadísimas algunas de sus escenas (esa secuencia
en el teatro en que unos se siguen a otros es un lujo, es una parodia de Hitchcock
que le habría gutado a Hitchcock), una edición muy trabajada, un par de
giros no diré que sorprendentes, pero sí ingeniosos y ocurrentes. El tono es de
suave comedia y la sigues permanentemente con una sonrisa en la boca. No busca
la carcajada pero es graciosa, amable, colorista, juguetona. La
dinámica entre el inspector y la agente nunca la habíamos visto de esta manera.
La trama juega con el espectador a romperle los esquemas, presentado clichés,
rompiéndolos luego y qué bien hilado ese final donde un hipotético storyboard se convierte en realidad. Adrien Brody y Ruth Wilson
redondean el reparto donde habrá también sorpresas. Aparentemente
sencilla. Tanto que quizá muchos la desprecien. Pero tras esa apariencia existe
un trabajo muy sólido con ideas muy claras.
1.
Pues ya sucedió. Netflix descubrió el negocio de los Bancos. A los Bancos les
pagas para que se queden con tu dinero. Así que a Netflix le pagas para que te
ponga anuncios. Y no hay forma legal de frenar estas cosas. De hecho las leyes
apoyan esas injusticias. Bienvenidos al mundo progre y a la tele tradicional. 2.
Tadeo Jones 3 está cerquita de
los 11 millones. Ha superado a Top
Gun: Maverick. En España, claro. En Estados Unidos no saben qué hacer
con el dinero que está recaudando Top
Gun. 3.
Tatiana Maslany está muy contenta con el debate que ha provocado la
serie Abogada Hulka. Fíjate
qué bien escogida la palabra: debate.
Debate, dice. Le han caído palos por todas partes pero si escoges la palabra
adecuada… Dicen que ella está muy bien en su interpretación, pero lo demás... 4.
Pensé que esta semana Amazon comunicaría la salida inmediata de Patrick
McKay y John D. Payne de El
señor de los anillos: Los anillos de poder. No lo han hecho pero
imagino que no tardarán mucho.
-Tayo. Fue
en 2005 cuando decidí meter la nariz en el cine coreano. Me adapté a sus ritmos
diferentes y a sus personajes histriónicos para tratar de entender su estilo,
sus símbolos, sus conceptos básicos. Y, cuando crees que te acercas a ello, te
salen con otra cosa que parece distinta a todo. De momento sólo puedo decir que
les encantan los contrastes, las mezclas de géneros, que no les tienen miedo.
Pero decir eso no es nada. Estás
ahí, viendo una serie liviana, cómica, te has aclimatado a la ligereza y te
abren con un choque brutal en el capítulo 3. Y a renglón seguido pasamos a una estafadora
con diplomas en lenguajes extraterrestres. Hala. Descifra sus códigos. Absolutamente
inclasificable. ¿Es de OVNIS? Digamos que sí. El verdadero tema de la película
es una cuestión social muy problemática en Corea, pero sólo llegaremos a ello
en los últimos capítulos. ¿Hay OVNIS o son encubrimiento de algo más grave? ¿O
ambas cosas? Lo interesante es que la propia serie es un encubrimiento, la
forma es el contenido. No se parece a nada que hayas visto. En
el fondo es una aventura de dos amigas de caracteres muy dispares, Ji-hyo y Bo-ra,
a las que les pasan… cosas. Se van metiendo en líos mientras investigan y todo
se vuelve cada vez más loco. Torpes, resueltas, tercas, caóticas. Si te dejas
arrastrar por estas dos señoritas anárquicas es un drama muy serio enormemente
divertido. Reconozco
que los primeros capítulos cuestan. Los emplean en presentar a una amplia
galería de personajes con un escaso avance del relato. Es algo habitual en el
cine coreano, hay que adaptarse. Pero cuando todos están en sus posiciones el
ritmo es bueno y la aventura es entretenida. He disfrutado viendo qué nueva
situación absurda e imprevisible les aguarda a las protagonistas a la vuelta de
cada esquina. La
planificación está muy lograda con algunas escenas ingeniosas. -En
el mundo hay pocas cosas que pasen por una razón.
-La
panceta no estuvo mal, gracias por eso. Una
deconstrucción sarcástica y un poquito canalla de Romeo y Julieta. Porque Rosalina fue prima de Julieta. Y la
primera novia de Romeo. Y esta vez veremos las cosas desde su punto de vista. Conoceremos
la verdad. No lo que escribió Shakespeare, que ya sabemos que fantaseaba
mucho. De paso mete un buen viaje a todos los tópicos románticos, feministas,
de sororidad, de amigo gay… Reconozco
que es una gansada, que los chistes no son especialmente inteligentes y que
todo se rueda con eficiente mecanicismo. Pero es entretenida. Yo me he reído
bastante. También tiene su parte romántica y de reparación para no ponerse muy
cínica. Pero esa parte seguro que también gusta a muchos. No
pretende ir más allá del mero entretenimiento y cumple con una decente
producción y buenas interpretaciones. Kaitlyn Dever sabe en todo momento
lo que se requiere de ella, aportando el punto justo de exageración que
requieren las comedias. Al
poco de empezar los créditos finales hay una escena más que no debes perderte
porque es lo mejor de la película. Ah:
en las fiestas de los Capuleto suena Roxette.
Y Enrique Iglesias, Taylor Swift…
Diabolik
es un buscado criminal. Sofisticado y sin escrúpulos para matar. A la ciudad ha
llegado Eva Kant, millonaria a la que advierte el inspector Ginko pues cree que
será el próximo objetivo de Diabolik. Ella posee el Diamante Rosa y corre un
gran peligro. Sólo que Eva Kant tiene sus propios secretos. La
semana pasada tuvimos La maldición del Hombre Lobo con estética de los años 40. Esta vez tenemos una película
italiana de ambientación sesentera. Y es lo mejor. Fotografía, planificación,
vestuario… hasta el moñito a lo Kim Novak de Vértigo. Me encantan estas revisitaciones del cine clásico. Tan
bien hechas, tan retro, consus toques
modernos comedidos. Cuando las veo, casi se me escapa la lagrimilla. Echo mucho
de menos esos travelling lentos y un
poquito vacilantes, esas conversaciones bien escritas. Veo
un problema: demasiado seria. Diabolik y Eva Kant podrían ser hermanos del Tom
Ripley de Patricia Highsmith. Manipuladores, retorcidos, psicologías
complejas y egoístas. Pero, por otra parte tenemos inventos juguetones, atracos
rocambolescos y hasta una batcueva. A lo que voy es que me chocan esos dos
conceptos. Uno de novela criminal psicológica y otro de cómic pulp. Si al menos hubiese humor… Me
cuesta situarme, saber a qué estoy jugando. Me deja distante, no me implico.
Nos posicionamos contra los protagonistas y no hay emoción alguna. Es
entretenida, la puesta en escena ha debido costar lo suyo y hay algún que otro
giro llamativo. Pero tenía potencial para ser mejor: menos pretenciosa en lo
moral, más juguetona. Definitivamente creo que no acertaron con el tono.
Parece
que, para hablar de esta serie, hay que empezar por desbrozar polémicas, conceptos
que deberían ser de sentido común. Pero el sentido común, hoy día, es el menos
común de los sentidos. El Silmarillion y más aún los Apéndices son inadaptables. Así que
es imposible ser literal. Quien pide literalidad no sabe de cine ni de lo que
habla. Los
intérpretes están ahí para interpretar lo que quieran. Un bombero apaga un
fuego y nadie cuestiona si es hombre, mujer, negro o verde ladrillo. Es su
trabajo. El trabajo de un actor o actriz es actuar y da igual el color de su
piel. Quiero que sea buen actor o actriz. Si es negro o tiene el pelo más o
menos largo o un grano en el cuello me importa un bledo. Otro tema diferente es
que, dentro de la obra, alguien quiera impartir homilías. ¿No hizo Denzel
Washington un magnífico Macbeth? Las
críticas no se hacen por comparación de lenguajes entre la obra literaria y la
serie. Son cosas distintas, con reglas, estructuras y ritmos distintos. En la
obra literaria puedes dar un nombre, Cirdan, por ejemplo, y contar poco de él.
Si lo introduces en una serie tienes que desarrollarlo. Tiene que estar ahí por
algo y tener su trama de largo recorrido. Si no lo mencionan, mal. Si inventan
algo nuevo sobre él, mal también. Las series no funcionan así. Las
expectativas son personales. Casi todas las críticas negativas que leo son por
cuestión de expectativas. Hay pocas críticas fílmicas acertadas. Soy fan de Tolkien,
he leído más de 20 veces El señor de
los anillos, más de media docena El
Silmarillion, 3 o 4 El hobbit.
Y lo primero que debo hacer es despojarme de expectativas. Y no ser
fundamentalista. Ahora
hablemos de la serie desde un punto de vista cinematográfico, que es lo único
útil. -El
mar siempre tiene razón. Cosas
buenas. Apostar
por un nivel de producción megalómano es un gran acierto. El
aspecto visual es imponente. Bosques de elfos, minas de enanos, llanuras de los
hombres o colinas de pelosos, te lo crees. Númenor, Khazad-Dum, el Orodruin.
Qué maravillas. Hay
mimo, hay cuidado, hay esmero en dotar a cada raza de una expresividad
distinta, de formas de hablar, de gestos, vestuario. El entrenamiento de los
elfos para colocarse el arco, los usos de habla de los pelosos… Muchísimo
trabajo. La
banda sonora es muy buena. A la dirección apenas se le puede poner pegas. Bayona
hace un gran trabajo marcando el estilo de la serie en los primeros capítulos. Me
gustan muchas secuencias que cualquier serie rodaría con más cortes por
cuestión de presupuesto. Aquí no hay problema en hacer largos travelling y
gastar dinero en postproducción. Cosas
malas. La
primera y más importante: es otra de esas series que toman el nombre de un
libro para hacer luego lo que les da la gana. Su relación con El señor de los anillos, El Silmarillion o Apéndices es prácticamente nula. Una
serie que, con un título desconocido, no habría visto ni el Tato. Bueno, los
que vieron, por ejemplo, La rueda del
tiempo. El
guión tiene serios problemas. En realidad es muy deficitario. A veces malo. Es
muy aburrida demasiadas veces. Los primeros 5 capítulos se pudieron contar en
uno solo: los elfos hablan con los enanos; Galadriel está en modo gallego (que
se va de Númenor sin irse); los pelosos dan vueltas por ahí con un señor que
han encontrado… La
edición a veces deja historias colgadas durante demasiado tiempo y, otras
veces, pasa de una acción a otra, a otra y a otra para contar anécdotas
insustanciales. Hay
elementos que están para crear ruido en redes: el hombre del meteorito. Se
busca conversación en internet, pero cinematográficamente no tiene
justificación por mucho que a la gente le guste tuitear. Peter Jackson habría sabido resolver
muchos de los problemas que hay. Los dos novatos la pifian, precisamente por
ser novatos y no aceptar consejos de alguien con una experiencia descomunal.
Supongo que tenían miedo a que les hiciera sombra. Y han logrado que les haga
más sombra todavía. Aunque
no tenga nada que ver con El señor de
los anillos está claro que nunca he visto una serie de aventura y
fantasía visualmente tan imponente. Está a años luz de cualquier otra. Creo que
pasarán décadas hasta que la igualen. No
llegará a ser memorable salvo que se deshagan de los dos actuales responsables
y den paso a mejores guionistas. Para la segunda temporada ya es imposible. Las
tres siguientes pueden tener opciones, pero creo que no dejarse aconsejar es el
principal defecto de estos señores. Lo repito para que no queden dudas: el guión es muy problemático y, en algunas ocasiones, un horror. Otra
cosa: al igual que en Juego de Tronos
las distancias espaciales se la refanfinflan. Pierde verosimilitud a chorros.
1.
Tras el último movimiento de fechas de Marvel, creo que voy a prescindir de
muchas más pelis aún. Estamos hablando de que los próximos Vengadores serán en 2026. Esa
maniobra de Disney de saturar el mercado para anular a otras productoras se
vuelve en su contra. Tienen pelis y series que ya no saben dónde meter porque
compiten con ellos mismos. 2.
He visto dos capítulos de The Bear.
No están mal. Pero los elogios que se está llevando bordean la demencia. Me
gustaría oír razones cinematográficas, más allá de que tiene corazón y de que
la comida es real. Por cierto. Ya está bien de llamar comedia a una serie
porque dura media hora por capítulo. Aquí, comedia, ninguna. Sí: el de la
derecha de la foto también está en Andor. 3.
Kenneth Brannagh no se cansa de Poirot. Regresará con A Haunting in Venice y ya tiene el
reparto: Tina Fey, Jamie Dornan y Michelle Yeoh. La
intención es estrenarla en 2023.
-Él
es como cualquier otra persona, en realidad. Todos somos criaturas de Dios a
oscuras. El
hijo de Aileen es acusado de violación. Aileen miente para salvar a su hijo. Y
en la pequeña comunidad pesquera, casi una familia, todo empieza a quebrarse. La
cosa es que la peli comienza a los 50 minutos. Hasta entonces parece un
documental costumbrista sobre el cultivo de ostras en Irlanda. Y eso no estaría
mal si tuviese al menos un ritmo decente. Pero la cinta es letárgica. Pero
es que después tampoco ocurre gran cosa. Hay un acontecimiento impactante y eso
es todo. Dos
cosas buenas: la música irlandesa y la interpretación de Emily Watson.
Esta mujer es un portento. El resto es demasiado aburrido. Sobre el tema de las
violaciones hay cientos de películas mejores. Por
muy realista que quieras ser, estas no son maneras de filmar las cosas.
Sandra.
Profesora universitaria en Montana. Cree en el diálogo, en las buenas maneras.
Su madre muere poco antes de Navidad. Tiene una casa en las montañas. Unos
cazadores comienzan a rondar por allí. Ella
es negra. Los cazadores blancos. Interesante.
Creo que el gran problema del racismo en Estados Unidos a escala social lo
traducen muy bien al nivel individual. Diálogos con el sheriff acerca de la
ley, la libertad y la seguridad pueden leerse de ambas maneras. Hay
un momento, en la iglesia, en que parece que será posible un acuerdo, la
confianza mutua. Pero sólo es un instante. En determinado punto Sandra será
consciente de que el diálogo, con determinadas personas, es imposible. No
es una película de acción, pero la tensión crece y crece. Es un drama acerca
del conflicto racial, de desastres como el de Nueva Orleans, de percepciones
arraigadas durante generaciones, usos y costumbres incrustados en concepciones
diferentes. La trama cambia de la montaña a la universidad, dos universos
pegados y ajenos por completo, distanciados por un abismo ideológico. O tal vez
no tanto. En la universidad también se termina la civilización, cae la máscara
intelectual y surge el irracional que llevamos dentro. A
veces todo eso se verbaliza de modo directo, pero también hay muchos momentos
meramente visuales, calmados, donde las imágenes dicen tanto como los diálogos.
Los Estados Unidos abiertos, la sensación de libertad absoluta, de poder hacer
lo que te dé la gana. No
es una grandísima película pero me ha gustado su ritmo, lo que plantea, lo que
sugiere. El final, el plano de esa casa con un lento travelling aproximándose,
es muy fuerte. Un cierre impresionante. Muy
buen trabajo de Thandie Newton.
Ya
me ha pasado mucho con otras series y películas belgas: no entiendo las
reacciones de sus personajes. Los belgas tienen lo que llamo, de un modo nada
científico ni gramatical, “pensamiento esquinao”. La Phoebe de Friends tenía “pensamiento esquinao”,
pero de modo divertido y optimista. Los belgas piensan esquinao de modo tristón
y depre. Vesper
es fascinante en muchos aspectos. Nos introduce in medio res en un mundo post-apocalíptico, sin apenas datos y allá
te las compongas. Un mundo de mutaciones extrañas en hombres, animales y
plantas. Un mundo de barro y suciedad no exento de una extraña belleza. Un
mundo de supervivencia día a día. Y
ahí está nuestra heroína con sueños que todo el mundo pretende tumbar. Un
cuento de fantasía y ciencia-ficción. Cuento triste y depre, recuerda. De mugre
y lodo. Hay
cosas originales que la hacen muy atractiva. Otras pesan un poco. El viaje de
la heroína tarda demasiado en empezar aunque en el proceso nos hayan dejado
secuencias llamativas. La
ingeniería genética está en el centro. Todo el mundo quiere ser un dios creando
vida. Por supuesto se les ha ido de las manos. Eddie Marsan compone un espléndido
villano. Este hombre interpreta lo que le echen y lo eleva siempre de modo
sorprendente. Una
película desconcertante, arriesgada, con muchas cosas novedosas, una estupenda
labor de fotografía y creación de ambientes. También creo que, en la búsqueda
de extrañeza van en ocasiones demasiado lejos y, como digo, algunas reacciones
de los personajes no las entiendo. En
cualquier caso los directores conocen el valor de la calma, de mantener
prolongadamente un plano cuando es necesario, de dejar que la vista repose y se
empape.
En
1996, Rosie, la camarera del bar que solían frecuentar los policías, fue
asesinada. 25 años después el caso sigue sin resolverse. Un pódcast resucita la
historia, dejando mal a la policía y piden a Karen Pirie que revise el caso. Karentiene 28 años, cara aniñada, es bajita, usa
riñonera y a veces reacciona como una adolescente. Pero sabe lo que se hace. Producción
británica. Te engaña un poco con sus tres capítulos porque cada uno de ellos
dura 90 minutos. Tiene
cosas bastante convencionales. Creo que cualquier persona habituada a ver
series policiacas descubrirá enseguida quién es el culpable o, al menos, por
dónde van los tiros. Pero
también hay muchas cosas buenas. Producción (es británica, conque…), interpretaciones
y, sobre todo, un elaborado y complejo montaje en algunas ocasiones. La serie
ofrece el tiempo actual y los flashback
a hace 25 años. Pocas veces se ven flashback
tan bien integrados, tan oportunos, tan trabajados. Es la parte que más me ha
gustado. Desde
luego el carácter de Karen también resulta atractivo. Tiene reacciones muy
curiosas, realmente casi como una adolescente, cuando se cabrea, se divierte… No
presenta grandes novedades, salvo el mencionado trabajo de edición, pero es
entretenida.
Es
raro que un compositor de bandas sonoras se adentre en los terrenos de la
dirección de películas. Pero aquí está Michael Giacchino como
responsable de la dirección de la película. Y de la banda sonora. Creo que no
es ocioso mencionarlo porque parece muy claro que, en muchas escenas, Giacchino
tenía imágenes y música sincronizadas en su mente antes de rodarlas. Ulysses
Bloodstone, líder de los cazadores de monstruos, ha muerto. Los cazadores de
monstruos se reúnen para ver quién heredará la Piedra de Sangre. La prueba:
cazar un monstruo que han soltado en los terrenos. También puedes matar a otros
cazadores. Todo vale. Qué
bien ha capturado el espíritu de aquellas pelis de terror de los años 40. En
blanco y negro (salvo los últimos minutos), interpretaciones artificiales,
sociedades secretas, arquitecturas expresionistas, atmósferas delirantes… Un
cuento macabro bastante divertido, con un ritmo impecable, contrastes curiosos
y… sangre. Pero, a su modo, también cierta poesía. Hay planos realmente
preciosos. Y situaciones de tensión absurda muy graciosas. Lo del explosivo. Me
encanta el diseño del monstruo, tan retro, tan de peli pulp. Gael García
Bernal
y Laura Donnelly están ahí para volver a plantear la pregunta: ¿quién es
el monstruo? Entretenida,
bonita y de 45 minutos de duración. La de disfrutado. La guinda fue la última
pieza musical.
1.
Hoy se estrenaFall en
cines. Una vez más me resulta incomprensible por qué determinadas películas
llegan a los cines y otras no. Y por qué con tanto retraso en la era de las
plataformas. 2.
McTiernan firmó grandes películas de acción: Depredador, Jungla de
Cristal, La caza del Octubre
Rojo… Luego se complicó la vida mintiendo al FBI y a los jueces en un
caso de espionaje corporativo. Él acabó en la cárcel y a los espectadores nos
dejaron en manos de Michael Bay y gente semejante. Pero McTiernan
ha vuelto y está filmando Tau Ceti
Foxtrot. Tal vez el cine de acción clásico aún tenga salvación. 3.
La familia León está decidida a ser noticia todas las semanas. Tras el
pollo montado por Paco León con sus declaraciones sobre Élite, María León fue
detenida esta semana por la policía. ¿Qué estará preparando Carmina Barrios
para la siguiente? 4.
Laura Donnelly dice que Marvel ha sobresalido en creatividad. Me habría
gustado preguntarle que en qué multiverso, porque estamos viendo pelis
distintas. Luego descubro que es que estaba promocionando La maldición del hombre lobo. 5.
Hay críticos que van por ahí poniendo cara de sorprendidos cuando ven que Crímenes del futuro ha recaudado, en
2 semanas, unos ínfimos 38.700 euros. Posición 32. Yo pienso que, poco a poco,
todos somos conscientes de lo inaguantable que es Cronenberg, pero hay gente que se avergüenza de no haberse dado
cuenta antes.
Joe
Cribbens (Willem Dafoe) sale de la cárcel en 1897, descontento porque Max
Borlund (Christoph Waltz) le metió allí durante 5 años. Max, por su
parte, está buscando a Elijah Jones, un tipo que ha secuestrado a una mujer
llamada Rachel (Rachel Brosnahan). Algunos piensan que Rachel se largó
con Elijah por propia voluntad. Y
las cosas se van a liar con un tal Hannon que quiere dinero, con el dueño
mexicano de las tierras por las que cabalgan, con un empresario llegado de
Londres… Dead for a Dollar (era bueno el título en inglés) no me parece mal del todo. Es previsible por completo, hay un montón
de clichés pero está bien escrito a grandes rasgos. Un
problema enorme es la decisión de la dirección de fotografía. No sé si las
culpas deben cargar sobre el director, el operador o ambos. La cuestión es que
es un horror. Ese sepia, tan sepia, tan permanente, hace que te preguntes de
continuo: ¿no habría sido todo más bonito sin filtro sepia? ¿No habría sido
mejor película? Es
un western que quiere ser clásico
pero también introducir algunas cosas modernas. Y a veces no sé si pretende
hacer chistes o si son cosas cutres de planificación: esa pugna antes del duelo
de látigos, con la cámara que gira de golpe para mostrar a los tres tipos que
cubren las espaldas del malo. Hay cosas así que, en fin… Normalita,
tirando a floja, suficientemente entretenida. El reparto está muy bien aunque
pienso que ellos esperaban más de la peli.
1x01.
Negación. A Sorogoyen
le toca la introducción, las horas previas al apagón, justo después de otra
crisis. Los despachos de Protección Civil, los primeros en enterarse de lo que,
poco probablemente, se viene encima. Espectacular manejo de la tensión creciente. 1x02.
Emergencia. Hospital. 15 días
después del desastre. Demasiados personajes para profundizar en ellos, para que
el drama te impacte. Es meritorio que Raúl Arevalo filme el caos con
control y deje respiros. Lo más divertido es lo del político con sus frases
hechas. Muy bien lo del mercado negro. Adaptarse. 1x03.
Confrontación. Me pareció un
capítulo confuso. Esas dos sociedades que tan pronto son fronteras como se vuelven
excesivamente permeables. Demasiadas cosas arbitrarias. Lo del garaje me parece
un absurdo total. Y con la típica adolescente idiota que, con la que está
cayendo, ya podía haber madurado. Un West
Side Story, un Romeo y Julieta
mal desarrollado. 1x04.
Supervivencia. El pastor de
cabras. Muy buen capítulo. El quemás me
ha gustado. Bonitos paisajes, pocos personajes pero bien escritos, un
desarrollo lógico con la tensión adecuada, música, edición… Alberto
Rodríguez domina bien los cambios para culminar en una escena de acción. 1x05.
Equilibrio. Los inmigrantes.
Excesivamente testimonial, hablada. Isaki Lacuesta busca lo social con
demasiado ahínco. Pero no está nada mal cuando se centra en la parte del
trabajo. Me encantó la fotografía, muy cuidada, por eso me habría gustado más
reposo, planos más duraderos. Personalmente la habría hecho más lenta
suprimiendo algunos diálogos. El final me parece buenísimo. Ah, claro: Nespresso a la mierda, volvemos al café
tradicional. Me
alegra mucho que en España se hagan cosas así. Una propuesta interesante con un
nivel de producción decente al que se le saca mucho partido. El conjunto es bastante
bueno en general, ofreciendo un panorama variado. No me habría importado que
hubiese más capítulos.
Sólo
de pensar que tengo que trabajar con esos niños, que les voy a exigir esas
cosas, se me quitan las ganas. Dejo el proyecto. Pero aquí están estos daneses
que se atreven a realizar la película más arriesgada y perturbadora del año. Ida
tiene nueve años y cuando se aburre tortura a Anna, su hermana autista.
Conocerán a Aisha y Ben. Anna, Aisha y Ben desarrollan telepatía y telequinesis.
Niños inocentes que establecerán una compleja relación y darán origen a un
villano. Esto
sí que me parece una película terrorífica, rodada con colores cálidos, en días
de verano, con una frialdad estremecedora. La
escena en que matan a un gatito no estará en los vídeos cuquis de youtube. La
película es lenta, calmada, con muchos silencios. Alejará a muchos
espectadores. Los que se queden acabarán noqueados. El
primer encontronazo entre Ben y Anna es de un dramatismo muy potente, el
comienzo que desencadenala rabia y
frustración que los inocentes llevan dentro. Qué
difícil tiene que haber sido arrancar esas interpretaciones a unos niños,
lograr que expresen tantas veces sin palabras el conflicto. Hay escenas muy
brutales, muy incómodas de ver, más aún porque son niños los causantes. La
escalada de violencia eleva el nivel de perversión, no es complaciente, nunca
harán concesiones al espectador. Va a morir mucha gente. Y gente que no
esperas. Un
final tan sobrio como espeluznante planificado con poderosa eficacia. He
aquí que hacen con niños lo que ni Marvel ni DC se han atrevido a hacer jamás.
Ni se atreverán. Una película impactante que no es fácil de olvidar, que se te
queda pegada a las vísceras.
Pues
vaya pastelón. Chase
Andrews muere y a la gente le falta tiempo para culpar a La Chica Salvaje.
Criada en las marismas de Carolina del Norte, solitaria, decide defenderla Tom Milton. Una
historia que pudo ser un drama interesante pero que se convierte en una
historia romanticona. No hay realmente una investigación del supuesto crimen.
La Chica Salvaje cuenta su vida al abogado y todo se mueve entre su relación
con dos chicos. Me pesó mucho toda esa historia amorosa. Y encima un juicio. Que
no es la película para mí. Vamos
con las cosas positivas. Está bien creada la atmósfera de las marismas, el
entorno natural, las gentes que produce. Esas partes sí me gustaron. Ese
matrimonio negro que fue el único que la ayudó está dibujado con precisión. Daisy
Edgar-Jones está muy bien en su papel pero tampoco tiene muchos registros.
David Strathairn como abogado es eficaz, como siempre. La
cosa es que pudiendo ser una especie de Matar a un ruiseñor se queda en El
diario de Noa. Si a ti te parece bien el cambio, adelante, a mí me
costó demasiado atravesar el cañaveral meloso.
El
verdadero nombre de Marilyn Monroe era Norma Jeane y no podían ser más
distintas. Marilyn era hermosa, sonriente, divertida, arrastraba a las masas.
Norma siempre tuvo miedo, estuvo triste, deprimida, se sintió sola. La
apuesta del director es radical y por eso las reacciones también lo son. Siempre
he criticado que los biopics son con frecuencia plantillas, que se centran en la cronología ignorando la psicología del
personaje. Andrew Dominik logra adentrarse en el carácter y personalidad
aunque siga la biografía. Ése me parece el principal mérito de la película, ese
buscar el núcleo, la esencia, del personaje. Y surge una película demoledora,
angustiosa, devastadora, de una enorme tristeza. En el centro está la ausencia
del padre y, a partir de ahí, cómo los hombres la convierten en objeto. Lo
difícil está en su aspecto visual. Hay largos travelling, planos cerrados,
alternancia de color a blanco y negro, fundidos, juegos con la imagen real que
pasa a ser una imagen en la sala de cine… Un abundante experimento de
planificación que podría ser atractivo si no fuese un despilfarro. Porque no
hay razón ni símbolo para ello. Ahora color, ahora blanco y negro. ¿Por qué? No
se corresponde al estado de ánimo ni a ninguna lógica. Así que comprendo que,
pese al esfuerzo titánico, se le critique porque es algo meramente caprichoso.
Descoloca al espectador más que interesarlo. Gran
trabajo de Ana de Armas. Norma llora, sufre. La están maquillando. Se
mira al espejo. Ya no es Norma, es Marilyn, sonríe, ríe, lanza un beso. Una
transición brusca de una doble vida insoportable. Es
una película cruda, desagradable. Con ese mérito de adentrarse en la psicología
y el desmérito de su exageración formal grotesca. Y, desde luego, casi tres
horas de metraje que no ayudan.