Ya
demostró Hitchcock
en La
ventana indiscreta
que si puedes ver al vecino, el vecino puede verte a ti.
Manuel
(la peli es India pero el villano se llama así) regresa con su madre
a la pequeña urbanización de clase media. Ella tiene Alzheimer.
Alrededor de la casa hay media docena de vecinos, media docena de
ventanas indiscretas que comienzan a espiar a Manuel. O quizá es
Manuel quien les espía a ellos.
Una
comedia de intriga de 145 minutos tal vez sea normal para los indios.
A mí me costó. Un poco. La verdad es que es sorprendente lo bien
que controlan el ritmo, los juegos de suspense, las partes más de
comedia, los giros… En algunas escenas se alargan y pierden algo de
eficacia, pero por lo general logra mantener la atención del
espectador.
Priya,
la protagonista, sabe que en esa casa las cosas no están bien, que
no son lo que parecen. Manuel va tejiendo una red de engaños
dirigida a la protagonista, pero aún más al espectador. Ciertas
elipsis y saltos son trampas no muy elegantes pero ciertamente
disculpables.
Es
bastante disfrutable si uno ya se ha adaptado un poco a las formas de
hacer de India: fotografía luminosa, planificación contundente…
Hay que destacar el manejo de la tipografía en pantalla para los
mensajes de las redes y una partitura interesante con sonoridades
eficaces.
Microscopio
parece la traducción correcta de Sookshma. Darshini viene, supongo
de Priyadarshini (Priya). Imagino que juegan con el hecho de que ella
es microbióloga.
Me
lo pasé mejor de lo que esperaba, con un recorrido bastante amable y
un final pelín macabro que era de esperar.
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