Realmente
detrás de esta película pudo existir un clásico. Como Cuenta conmigo o Los
Goonies. 12 años de reescritura del guión la han transformado en algo
muy sugerente (lo que pudo ser) y, al mismo tiempo, en fácilmente olvidable.
Una road movie de adolescentes en la Luna es el núcleo. Se puede sacar oro de ahí. Pero el prólogo es muy largo y el epílogo también. La aventura queda circunscrita a un corto recorrido, los sucesos son un poco simples y, para qué engañarnos, el propósito en sí, la metáfora, la formación de esa amistad, no es tan relevante como quisiéramos.
Una Luna con secretos del pasado debió encerrar ideas más grandes. Emplear la mayor parte de la aventura en el juego de botellas de oxígeno se antoja un desperdicio enorme. De oxígeno, claro, pero sobre todo de ideas.
Me habría gustado mucho ese toque nostálgico, doloroso, del final si me lo hubiesen contado de otra manera. Tal como está es un corte abrupto, casi como otra película diferente.
En fin. Como muchos guiones malditos alguien decide sacárselo de encima de una vez y el resultado nunca es lo bueno que debió ser. La película se queda en tierra de nadie. Ni para niños ni para adolescentes ni para adultos.
Una pena porque probablemente nadie vuelva a hacer una road movie de adolescentes en la Luna. Y es una idea buenísima.
Una road movie de adolescentes en la Luna es el núcleo. Se puede sacar oro de ahí. Pero el prólogo es muy largo y el epílogo también. La aventura queda circunscrita a un corto recorrido, los sucesos son un poco simples y, para qué engañarnos, el propósito en sí, la metáfora, la formación de esa amistad, no es tan relevante como quisiéramos.
Una Luna con secretos del pasado debió encerrar ideas más grandes. Emplear la mayor parte de la aventura en el juego de botellas de oxígeno se antoja un desperdicio enorme. De oxígeno, claro, pero sobre todo de ideas.
Me habría gustado mucho ese toque nostálgico, doloroso, del final si me lo hubiesen contado de otra manera. Tal como está es un corte abrupto, casi como otra película diferente.
En fin. Como muchos guiones malditos alguien decide sacárselo de encima de una vez y el resultado nunca es lo bueno que debió ser. La película se queda en tierra de nadie. Ni para niños ni para adolescentes ni para adultos.
Una pena porque probablemente nadie vuelva a hacer una road movie de adolescentes en la Luna. Y es una idea buenísima.
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