Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
10. The Expanse 6x05. El
modo de construir esa secuencia que culmina en el apretón de manos entre Camina
Drummer y su enemiga Avasarala. 9.
La conversación de las dos piedras en Todo
a la vez en todas partes. 8.
Númenor. 7.
El beso del 3x06 en Astrid y Raphaelle. 6.
Wolf Like Me 1x01. Isla
Fisher encerrándose tras esa puerta de acero. ¿La persigue alguien? Ah, no.
Es una Cenicienta con un problemilla
al caer la noche. 5.
La espontánea que habla durante la entrevista en Cerca de tu enemigo. 4.
Separación 1x05. Un primer
plano. Un ahorcamiento. La forma de rodar eso, en ese ambiente aséptico, me
impactó. 3.
El baile de Miércoles en Miércoles
1x04. 2.
El encuentro (encontronazo) entre Emily Blunt y la mujer sin párpados en
The English 1x05. 1.
La secuencia en el teatro, en la que unos siguen a otros, de Mira como corren. Una pequeña
virguería fílmica. Debo
hacer una mención especial. No se estrena en España hasta febrero, pero como ya
la he visto (y la mayor parte del planeta) tengo que apuntarlo: Sammy editando
la película de la acampada en Los
Fabelman. Spielberg demostrando quién es Spielberg.
1.
Han pasado 77 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
El universo de Stranger Things
puede dar para mucho. Se habla de un posible anime ambientado en ese mundo. 3.
Netflix sólo ha conseguido un 9% de suscripciones con anuncios. Lo veía todo el
mundo menos ellos: no es muy lógico pagar dos veces. Pero eso significa que los
anunciantes apenas tienen visibilidad y, por tanto, no tienen interés en
publicitarse. 4.
Están machacando mucho a The Witcher: El origen de la sangre.
No la he terminado (¿aún?), ciertamente no me parece buena, pero muchísimo peor
es Willow. 5.
Pensé en hacer un comentario sobre las 10 pelis españolas más taquilleras pero,
¿para qué? Las subvenciones alteran cualquier concepto lógico. Padre no hay más que uno 3 alcanzó
los 15,6 millones y Tadeo Jones 3
los 11,7. Ya a mucha distancia con 5,7 está Los renglones torcidos de Dios. El que quiera ver por dónde van
los tiros no lo tiene difícil. Pero, como digo, hay otros intereses detrás.
Armand
Gamache, inspector de homicidios de la Sûreté de Quebec. Tendrá que desplazarse
con frecuencia a la pequeña población de Three Pines pues a la gente del
bucólico pueblo le ha dado por asesinar. Son
8 capítulos, 4 casos. Un caso cada dos capítulos. Y un caso más, de largo
recorrido, en segundo plano, investigando la desaparición de una joven nativa
mohawk del cercano pueblo de Iotenen’ton:ni. En
el primer capítulo nos presentan una gran cantidad de personajes del pueblo.
Serán recurrentes y su número irá menguando porque de ahí suelen salir los
asesinos. Los capítulos que menos me gustaron fueron el 5 y 6. Aunque aparece
alguno de esos personajes, lo hacen de modo forzado y la trama está bastante
desconectada de las demás. Me
gustan bastantes cosas. Son capítulos calmados, bien rodados, más psicológicos
que de acción, con un Alfred Molina bastante interesante. Hay buenos
personajes, tanto el trío colaborador de Gamache (la agente Nichol es la
bomba), como los personajes del pueblo, sobre todo esa zarrapastrosa mujer con
un pato a cuestas que resulta ser una poetisa de renombre. Hay
algunas cosas demasiado obvias (Pierre) y alguna otra repetitiva pero en
general se ve con gusto, tiene cierta originalidad y un final bastante duro.
1.
Han pasado 70 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Edie Falco, la conocida Carmela Soprano, aparece brevemente en Avatar: El sentido del agua. Le
preguntaron por la peli y ella pensaba que se había estrenado hacía años y que
había fracasado. 3.
Seguimos con Avatar. 435
millones de recaudación mundial. Suena bien. Pero la previsión mínima era de
500 millones. Porque, recordemos, tiene que lograr 2 mil millones para dar
beneficios. 3.
No sé si el teaser de Barbie forma parte de la película o
si es mera promoción. Pero esa parodia de 2001: Una odisea del espacio me ha encantado.
-¿Quién
es tu héroe favorito? Dremworks
con El gato con botas, Netflix
con El monstruo marino o el
anime Belle son tres
peliculones de animación muy superiores (insisto: muy superiores) a
cualquier mediocridad tirando a nadería de las que produjo Disney este año. Lo
que quiero decir es que no hay ninguna razón (insisto: ninguna) para que
le den el Oscar. No he visto Pinocho
pero dicen que también es superior. Así que, si Disney se lo lleva, ya sabes:
tongo. El gato con botas. Sorprende su dibujo,
su animación, texturas… Una apariencia entre óleo y acuarela. Pero también
llama la atención el esfuerzo que se ha puesto en trama y personajes. La
cuestión es que al Gato con Botas le queda una sola vida. Perdió la primera en
los encierros de Pamplona y luego… las otras. Y mejor no decir más. Es
una búsqueda incierta de un tesoro incierto tras la que se embarcan un
variopinto grupo de personajes: Ricitos de oro y su familia de osos, el villano
Jack Horner, Kitty Patitas Suaves, Perro Sin Nombre… Y un lobo cazarrecompensas
que demuestra un interés especial en el protagonista. Tal
vez el final pueda ser previsible. Pero está bien trenzado y el camino hasta
llegar allí es un recorrido atractivo. Qué deseamos realmente y cómo nos ha
influido el pasado decepcionante, las ambiciones vacías, los sueños rotos. La
historia tiene buen ritmo. A veces me parece algo acelerada. Me habría gustado un
poco de reposo en algunos momentos: la historia de Ricitos, lo que ocurrió en
Santa Coloma… Además el dibujo es tan bueno que debieron concederle calma,
sostener algunos planos. Y algo más de humor también lo habría agradecido. Aun
así me parece una película bastante buena. Ese gato que apareció de pasada en Shrek fue elevado por Antonio Banderas y sólo me queda
desearle que tenga nueve vidas más.
Esto
no suele pasar: una serie británica policiaca que resulta ser flojita. 3
capítulos. Davis
Lindo, policía militar, quiere ser policía en Aberdeen. Le asignan como
ayudante de Lara Bartlett para investigar el asesinato de un importante
empresario de la ciudad. La
verdad es que Romario Simpson y Hannah Donaldson son lo mejor. Una
pareja de detectives bien avenida que derrochan carisma. Todo lo demás está
mal. Lo peor de todo es el personaje de Dawn Steele. No se puede ser tan
arrogante y estúpida y llegar tan alto. Bueno, salvo que seas el presidente del
gobierno de España. Como sea: sus reacciones, su prepotencia, su tendencia a
deshacerse de buenos inspectores porque le llevan la contraria, su no escuchar
las opiniones de los demás, es un horror. Inverosímil, absurdo, mal planteado.
Que ocurra en la realidad no significa que funcione en una serie. La
serie no desarrolla bien los personajes. Y tampoco las tramas. En vez de
mostrarnos los acontecimientos, nos los cuenta. Personajes que hablan y hablan
y hablan en la sala de interrogatorios sobre todo, pero también fuera,
contándonos verbalmente cosas que deberíamos estar viendo en un montaje más
incisivo. No
sé. Quizá es simplemente que tenían poco presupuesto y 3 capítulos para contar
todo. Pero también es cierto que el guión es un poco perezoso sacándose de la
manga un giro nuevo en los últimos 20 minutos. En
cualquier caso los 2 protagonistas son buenos y una segunda temporada más
pensada y cabal podría estar bien.
Siempre
procuro ver productos de cinematografías desconocidas. Nunca había visto una
peli indonesia, creo, y como Netflix te pone las cosas tan fáciles… No
sabes cuánto me arrepiento. Comedia
de acción. Comedia ridícula de esas que dan vergüenza ajena y acción sin razón
alguna, simplemente porque sí. Lo mismo están en plan Bud Spencer y Terence
Hill que pasan a algo más del estilo Jackie Chan o saltan a la
sangre Tarantino. Es
muy mala. El planteamiento pudo dar para mucho. Un hombre dirige una organización
de 4 asesinos. Algo así como el Equipo
A pero sin reparos a la hora de cargarse gente. Ese hombre tiene
también una hija policía. Ese mismo hombre es asesinado. Ahora la poli y los 4
sicariostendrán que unir fuerzas. La
película es un sinsentido tras otro. Pero
lo más curioso es que tienen momentos, fogonazos, algunos planos brillantes: el
montaje de la transición de la noche al día con un tren en marcha, hay un
picado precioso desde el interior de una ventana hacia el exterior, hay algunas
coreografías de peleas francamente buenas… A
lo que voy es que si hubieran querido rodar algo bueno, habrían sido capaces.
Pero han preferido entregarnos este truño. Ah: y 140 minutos.
-Qué
suerte que Serafina sea mala. Creo
que ya he hablado de esto en otras ocasiones pero da igual. Nunca me gustó el
neorrealismo italiano. Hay grandes películas neorrealistas pero a mí no me
gustan. Esa tristeza, muchas veces gratuita y moralizante, tiene más de
melodrama que de drama. No me gusta que el objetivo principal de una película
sea machacar al espectador con la cruda realidad ni adoctrinarle. Cuestión de
gustos. Obviamente
aún entiendo menos que en Italia sigan dando la paliza con el neorrealismo.
Estamos en 2022, señores. Al menos dadle un giro, un toque moderno, un vuelco en
fotografía, en planificación… Un poquito de deconstrucción. Como se ha hecho
con todos los géneros. Dejad de repetir lo mismo una y otra vez. Así
que este mediometraje de 37 minutos no me gusta. Tiene un humor extraño,
momentos absurdos, es tierna y las niñas son un encanto. Pero siento rechazo
por su estética feísta (muy bien fotografiada), su estructura anquilosada, la
repetición de esquemas de hace 80 años. Segunda
Guerra Mundial, un orfanato de niñas en Italia. Las gentes dan limosnas al
convento a cambio de oraciones de las niñas. Una aristócrata les lleva una
tarta fabulosa el día de Navidad. Es
una pequeña anécdota con mucho sarcasmo detrás. Habría llegado a gustarme con
otro estilo diferente, sospecho. La aristócrata (Valeria Bruni Tedeschi)
merecería una peli para ella sola. Me gustaría profundizar en su perjudicada
mente. Es muy graciosa.
Lo
siento, pero no conecto. Me gustaría, pero no. Tengo la sensación de estar
viendo un videojuego en el que juega otro. Ejemplo: el bichejo marino que se
quiere comer al adolescente na’vi. Para mí cero tensión. No sólo sé que saldrá
de ésa sino que, aunque se lo merienden, me da igual. Es un añadido sin
conexión con la trama, un delirio tecnológico para demostrar el buen software
que tienen, una aparatosidad técnica para personajes que me parecen todos
iguales: sin verdadero drama, sin desarrollo creíble. Espectáculo
sin alma. Muy espectacular, no lo niego, muy poca emoción. Hazme una de indios
y vaqueros con la fuerza de The English y te lo compro. La cuestión es simple: no veo la necesidad de
tanto despliegue para lo poco que tienen que contar. Matrix era un paradigma, un equilibrio de forma y fondo. Esto
es otra cosa, un desparrame informático para una historieta de medio pelo. A la
hora y media sólo quería que acabara. Estábamos por la mitad y seguíamos en el
punto de inicio. El
acto intermedio es un documental de Greenpeace
Na’vi sobre la caza de ballenas y pasamos a la pelea final. Un desmadre
enorme, apabullante, visualmente imponente, alucinante, excesivo. Hay que
reconocerlo: lo hace con luz, de día, bien clarito, no como las chapuzas de Marvel.
Y la parte nocturna igualmente nítida, para que resalten las llamaradas o esas
anémonas de luz. Lo
peor es que a mí sí me gustan los efectos especiales y los avances técnicos
aplicados al cine. Pero como apoyo. No como sustituto. Otro
ejemplo: el asalto al tren. Descarrilla con tal limpieza, la destrucción está
tan pulida, la imagen es tan precisa en su elegancia que no me la creo. El
ordenador es tan perfecto que me saca de la auténtica realidad imperfecta.
Necesito rugosidad, azar. La única parte que me hizo vibrar un poco fue, al
final, la rabia destructora de la madre. Es
irónico que el mensaje sea el triunfo de lo biológico sobre la tecnología, la
naturaleza vence al artificio. Piénsalo, James Cameron. Le
sobran horas por todas partes.
1.
Han pasado 63 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
He visto el primer capítulo de La
búsqueda: Más allá de la historia. Estoy fascinado con lo bien
fotografiada que está Madrid y sus característicos acantilados que dan al mar.
El cine es maravilloso. 3.
Lo de la taquilla española empieza a ser preocupante. Este año se han estrenado
700 películas en los cines. Y las recaudaciones por los suelos. ¿Quién las
financia? ¿Por qué se hacen? ¿Gana alguien? ¿Tiene sentido? 4.
9 años después de retirarse, Miyazaki vuelve por segunda vez. Pregunta:
¿llegó a retirarse? How Do You Live
ya tiene fecha de estreno: 14 de julio en Japón. En España vete a saber. 5.
Mundo extraño estaba pensada
para arrasar en cines todas las Navidades. Dado que su paso por taquilla está exangüe
se verá en plataformas a partir del 23 de diciembre.
Reconozco
que sigo viendo esta serie por una razón: lo mal que me caen sus dos
protagonistas. La inspectora Karppi y el inspector Nurmi. Malos padres, con una
ética más que cuestionable, tercos, haciéndose la puñeta mutuamente,
fundamentalmente egoístas… Sólo les redime un poquito el hecho de que, cuando
las cosas se ponen feas de verdad, se cubrirán las espaldas. También
me gusta mucho la fotografía. La
trama es un batiburrillo sorprendente. Por una parte está la investigación
cabal, lógica, paso a paso. Y también tienen casualidades sorprendentes,
acontecimientos inverosímiles. Que se los podían ahorrar pero no se los
ahorran. Con la hija de Karppi deberían hacer algo: matarla, enviarla a
estudiar al extranjero, dejarla en paz. Pero ahí sigue en una trama totalmente
desconectada y sin relevancia. Una
empresa farmacéutica investiga un medicamento que ayude a desintoxicarse.
Alguien empieza a matar a quienes están relacionados con el producto. Esa
parte en la que el tinglado parece estar relacionado con la muerte del marido
de Karppi, años atrás, es bastante loca. Pero, en fin, ya digo que la veo por
la personalidad de sus protagonistas. También
me gustaría que tuviesen un cruce con la bondadosa inspectora Nina Kautsalo de
la serie Ártico. Sería
interesante verlos juntos.
-Los
insultos sexistas son de maricas. Yo
no quería una segunda temporada de Upright.
Me parecía que la primera estaba muy bien como estaba. Que contaron lo que
había que contar y lograron una serie bien escrita, bien desarrollada, bien
cerrada. Una road movie de lo
más original. Pero
Meg, la adolescente más irresponsable del planeta, y Lucky, el cuarentón más
irresponsable del planeta, volvieron a unir sus pasos. Así que había que verla. No
tiene el nivel de la primera porque era imposible. Ahora ya sabemos de qué palo
van Meg y Lucky y sabemos que harán todo mal y crearán el caos allá por donde
vayan. Pero lo cierto es que logran que su caos interior, sus personalidades,
vuelvan a interesarnos. Y los líos que dejaron atrás los alcancen de nuevo
generando otros nuevos. Meg
busca a la madre que la abandonó. Y esa búsqueda les llevará a gentes y lugares
bien raritos. Entre otras sorpresas tenemos la bendición de la mesa más
extravagante que haya oído (pero muy acertada en su metáfora) o una secta
dirigida por un individuo muy peculiar (una secta que no sabe lo que se les
viene encima). Me encanta Duncan, me encanta Morcillón (no sé si lo tradujeron
así al castellano). A ver: son unos impresentables, pero me encantan. Un
problemilla: la primera temporada combinó magistralmente comedia y drama. Aquí
me sobra el drama. No encaja tan bien. Es tan loca que hasta las partes
dramáticas las leo como parte de la comedia. Pese a ello, me alegró encontrarme
de nuevo con la inverosímil pareja. Y siguen cerrando la historia muy bien.
Es
la típica película bonita que no es para mí. Y lo sabía antes de empezar a
verla, pero si me ponen en la parte inglesa a Lesley Manville y Jason
Isaacs y en la parte francesa a Isabelle Huppert y Lambert Wilson
no puedo dejar de verla. Sobre todo por ellas. Es
la historia de la señora de la limpieza que decide gastarse todos sus ahorros
en viajar a Francia y comprarse un vestido de Dior. 500 libras a tocateja.
Porque sabe apreciar el valor de la elegancia. Le
han pasado muchas cosas malas en la vida y es hora de que le pasen cosas
buenas, así que la peli se hace muy previsible y supones (supones bien) cuál
será el próximo giro. Ada Harris llega a Francia con su bondad e ingenuidad y
los encuentros casuales con diversos tipos de gentes le llevan por el camino de
un destino perfecto. Va por ahí resolviendo los problemas de aquellos con
quienes se topa y los obstáculos que se presentan en su camino se resolverán
cuando esas personas con las que fue bondadosa le devuelvan el favor. Buena
ambientación de época, dos horas que no pesan por esa galería de personajes que
van apareciendo y una trama de finales felices y arbitrarios que seguro que
gustan mucho a la mayoría de los espectadores. Así
que no hagas caso de de mi opinión porque lo más probable es que pases un buen rato, especialmente si te va la moda, los trapitos y las historias redondas.
1.
Han pasado 56 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Miércoles está arrasando en
visionados. Es la tercera serie en inglés más vista. Sospecho que será un
fenómeno fan, que la han visto quienes estaban previamente interesados y que no
irá a más. Pero lo cierto es que está funcionando muy bien. 3.
Voy a terminar Willow para
poder hablar con todos los datos. Pero tras ver el capítulo 3 me parece una de
las peores series del año. Me está doliendo más que El señor de los anillos. Ahí estaba preparado para la decepción
pero con Willow me duele cada
fotograma.
-Lo
increíble no es imposible. Una
peli así debe enfocarse desde el humor o la acción. Preferiblemente los dos. Desde
la parte del humor falla porque se lo toman demasiado en serio. Alguien tendría
que haberse dado cuenta de que los escasos momentos de comedia son los que
mejor funcionan. La parte de la acción también falla. No tienen el presupuesto
para hacer un Godzilla o un King Kong. Siempre cabe la
posibilidad de suplirlo con imaginación, pero ahí viene la principal pega de la
película: es terriblemente convencional. Esperaba
que, siendo una película noruega, optasen por un tono diferente a las
americanadas. No es que se salgan del esquema, es que lo siguen punto por punto
y, como digo, no tienen los medios suficientes para estar a la altura. Además
están los rollos ecologistas que pretenden enarbolar como bandera sin estar muy
convencidos del todo. Respetemos a los troles pero no podemos dejarlos por ahí,
así que… Ni siquiera saben cómo terminar. Lástima.
Me lo pasé muy bien en su momento con Trolljegeren (Cazador de Trolls)y ésta pudo ser una oportunidad para seguir ese
camino. Sin embargo no tiene ni la imaginación ni la gracia de aquélla. Lo
mejor: que el doctor Tideman se parece muchísimo al trol. Decentemente
rodada, paisajes espectaculares de Noruega y poco más.
Francis
viaja incesantemente, de motel en motel o incluso durmiendo en el coche. Allí,
en un motel, aparece una chica de 15 años que dice ser su hija. Ambos viajan y
hablan acerca de qué hacer con esa relación. Ah.
Casi se me olvida: ambos son vampiros. Curiosa
película. Innegablemente se trata de un drama sobre la paternidad y la filiación,
sobre cómo ser padre y cómo ser hija. El tema vampírico viene a ser una alegoría
acerca del pasado con el que cargamos, los defectos, las peculiaridades
familiares, la tradición de generaciones pasadas… todo aquello que nuestros ancestros
han provocado que seamos como somos. El judaísmo de Francis no es en vano,
añade una capa más a la génesis, la genética. Probablemente se podría haber
mantenido simplemente la cuestión judía y abandonar lo vampírico sin alterar lo
esencial de la película. Pero entonces habría sido más aburrida. Porque
es road movie, es drama, es de
vampiros, pero también tiene muchos puntos divertidos. Llama la atención la
naturalidad con la que padre e hija asumen su naturaleza. Son así y no hay nada
que hacer. Como el resto de las familias: tenemos nuestros usos, tradiciones,
costumbres. Por eso otro personaje (con su propia familia) dirá de cierto
asuntillo que “lo hacemos todos los meses”. Me
hizo gracia el tipo que le ofrece trabajo sin seguro dental. Hay humor negro,
sutil. Una
peli en la que, incluso cuando no pasa nada, es agradable. Porque te encariñas
con Francis y Jane, su aspereza, su sensibilidad… sus mordiscos. Es raro decir
que es agradable una peli de vampiros, pero es así. Entrañable. Buen
trabajo de Noah Segan y Victoria Moroles.
-Todos
los pecados se cometieron por culpa del pulgar. Habilidad para agarrar. La
periferia. Es la peor traducción de un título en este año. En esta década. Tal
vez en la historia. Una prueba de que el traductor no vio ni un segundo de la
serie y los que aceptaron ese título tampoco. El objeto esencial es un
periférico (un casco de realidad virtual inmersiva), se habla de él
continuamente, es el centro de la trama y por tanto esa debió ser la
traducción: el periférico. La periferia no tiene ningún sentido. Uso el título
inglés, no el que originalmente le dieron en castellano. William Gibson, escritor de la
novela, gusta de inventar palabros para cosas que ya existen: klept, koide,
muñón, polt, neoprim… Creo que quiere que se popularicen, pero me parece una
bobada porque, a la postre, siempre tiene que venir un personaje a decirte que
un koide es un robot. Así que, ¿por qué no llamarlo robot? Nunca
es fácil explicar el argumento del género ciberpunk.
Porque tienes la realidad, la realidad virtual y el punto en que ambas se
mezclan. Aquí, además, por cosas de la cuántica, hay un universo real/virtual.
No explicaré más. La cuestión es que Chlöe Grace Moretz prueba un nuevo periférico
(no una periferia) y enseguida tendrá serios problemas. Lisa Joy y Jonathan Nolan
producen a partir de una novela de William Gibson y muchos capítulos los
dirige Vincenzo Natali. Con
algunos problemas me parece una serie superior a Westworld y muy superior a 1899. Probablemente se hablará menos de ella porque es
realmente compleja, en estructura y personajes. Los emocionadillos que se
fliparon en Westworld porque
entendieron que había dos épocas distintas (qué complejidad, lo nunca visto)
aquí pueden esmerarse de verdad para concatenar jueguecitos cuánticos. Tiene
un problema con los diálogos. Mucho menos atractivos e importantes de lo que
los responsables creen. Hablan mucho para explicar cosas que, en realidad,
vamos a aceptar porque sí. Cosas como los datos derivando en bacterias es ir
demasiado lejos. No hace falta que inviertas tiempo en explicaciones sin
sentido. También se explican en exceso las relaciones de algunos personajes sin
que se profundice en ellos. Se pudo (se debió) hacer un montaje más dinámico y
acortar la duración de los capítulos. Pero
está muy bien el nivel de producción, verdaderamente espectacular, los momentos
de violencia rápida (me encanta el tiroteo en el puente) y la intriga de fondo
(más simple de lo que los nombres confusos quieren hacernos creer). Menos
ágil que las series mencionadas, pero mejor en sus valores fílmicos, más
coherente. Y hay personajes bastante buenos, inquietantes.
-Es
hora de repartir. Ha
llegado, como todos los años, la típica peli navideña de Santa Claus matando
gente. La
familia de Succesion (o una
parecida) celebra la Nochebuena y unos mercenarios asaltan la mansión justo en
el momento en que Santa Claus, cabreado por el consumismo de la gente y
bastante borracho, está dejando allí los regalos. Así que Santa se lía la barba
a la cabeza y monta una Jungla de cristal.
La familia le da igual, pero la niña Trudy… Una
macarrada que no está mal pero que debió ser mejor. A Tommy Wirkola ya
lo conocemos de otros desparrames similares y sabemos de qué pie cojea. Que se
le va la pinza. No está mal porque tiene momentos bastante graciosos, porque
cuando asume su esencia funciona como un reloj. Pero hay otros momentos, más
navideños, que no encajan. Quiero decir que brincar de la brutalidad a Frank
Capra desequilibra. A la trama y al espectador. Lo mismo estamos dando
martillazos en la cabeza de la gente que pasamos a hablar con la niña del
espíritu navideño. A
veces muy divertida y sin prejuicios, a veces se vuelve aburrida y entra en
bucles. También
hay cosas como pasar de Jungla de
cristal a Solo en casa
que, curiosamente, son buena idea. Bueno, Solo en casa con su puntín bestia también. Resumiendo:
un entretenimiento decente que, con más esfuerzo en el guión, habría sido
muchísimo mejor. No digo un clásico, pero… Una pena que se queda a medio
fuelle. David Harbour se lo pasa bien.
1.
Han pasado 49 días desde el final de El
señor de los anillos: Los anillos de poder y Amazon aún no ha despedido
a J.D. Payne y Patrick McKay. 2.
Mundo Extraño, con un fin de
semana de 5 días, gracias a Acción de Gracias, sólo recaudó 18,6 millones en
Estados Unidos. Presupuesto de 180 millones y otros 180 de publicidad. A día de
hoy uno de los mayores desastres de Disney. Lo diré otra vez: si fundamentas la
publicidad en su personaje gay, vamos mal. Hay que publicitarla diciendo de qué
va. Y ese es el problema: que nadie sabía de qué iba, que los guiones de Disney
se repiten más que la morcilla. No hay novedad, creatividad, riesgo. Y la gente
se está cansando de ver lo mismo una y otra vez. 3.
Y seguimos con Disney. Bob Iger se fue, Bob Iger volvió. Le
preguntaron sobre esos rumores de que Apple puede comprar a Disney. Dijo que
era “pura especulación”. A mí me parece un “no” poco intenso. 4.
James Cameron dice que yatiene
ideas para Avatar 6 y 7. No sé
qué le pasa a este hombre. 5.
En América Latina a Wednesday la llamaron Merlina en los inicios de La familia Addams. Pensé que lo
cambiarían con el estreno de la serie. Que unos tipos la pifiaran en un inicio
no significa que sea bueno empecinarse en el error. Aunque, claro, aquí tenemos
una Jungla de cristal y otras
gracias que…
Pues
se aprenden muchas cosas con esta peli. Yo no tenía ni idea de que existiese
esa oficina de correos interna en la ciudad de los Reyes Magos para gestionar
todas las cartas. Tampoco sabía quién preparaba el carbón. Y por fin averiguo
cómo se las apañan los Reyes para repartir todos los juguetes en una noche. La
respuesta es bien sencilla pero, claro, hasta que no te lo dicen… Es
mejor de lo que esperaba. Pero tiene, en mi opinión, un problema serio. La
disputa entre Reyes y Santa sólo puede solucionarse mediante la presencia de un
villano que les una. El Krampus. Y es bastante siniestro. No es una aparición
puntual. Es un tono general lúgubre que, aun salpimentado de bromas y chistes,
es patente. Y por tanto no me parece que sea para niños muy pequeños. Así que,
¿quién va a ir a verla? Me
encantó lo de la C.H.U.S.M.A. Un buen modo de presentar a Befana, Olentzero y
otros personajes y mitos de la Navidad y el frío. Pero lo que más me gustó es
el complejo de inferioridad de Gaspar. Juegan mucho con esa idea, resulta muy
divertido y es el personaje mejor construido. El
nivel de producción es bastante decente, las niñas Sofía y Bea son resultonas y
tienen el protagonismo adecuado. El
comienzo me pareció lo mejor. Pura comedia. Luego me parece que pierden a su
público potencial más importante.