18/12/22

Le pupille

-Qué suerte que Serafina sea mala.
Creo que ya he hablado de esto en otras ocasiones pero da igual. Nunca me gustó el neorrealismo italiano. Hay grandes películas neorrealistas pero a mí no me gustan. Esa tristeza, muchas veces gratuita y moralizante, tiene más de melodrama que de drama. No me gusta que el objetivo principal de una película sea machacar al espectador con la cruda realidad ni adoctrinarle. Cuestión de gustos.
Obviamente aún entiendo menos que en Italia sigan dando la paliza con el neorrealismo. Estamos en 2022, señores. Al menos dadle un giro, un toque moderno, un vuelco en fotografía, en planificación… Un poquito de deconstrucción. Como se ha hecho con todos los géneros. Dejad de repetir lo mismo una y otra vez.
Así que este mediometraje de 37 minutos no me gusta. Tiene un humor extraño, momentos absurdos, es tierna y las niñas son un encanto. Pero siento rechazo por su estética feísta (muy bien fotografiada), su estructura anquilosada, la repetición de esquemas de hace 80 años.
Segunda Guerra Mundial, un orfanato de niñas en Italia. Las gentes dan limosnas al convento a cambio de oraciones de las niñas. Una aristócrata les lleva una tarta fabulosa el día de Navidad.
Es una pequeña anécdota con mucho sarcasmo detrás. Habría llegado a gustarme con otro estilo diferente, sospecho. La aristócrata (Valeria Bruni Tedeschi) merecería una peli para ella sola. Me gustaría profundizar en su perjudicada mente. Es muy graciosa.

No hay comentarios: