23/7/22

Men

Pues ya verás qué cabreo se agarran los que creen que van a ver una peli de terror.
Ella muerde la manzana y desde entonces los hombres son acosadores y las mujeres temen a los hombres. Todos los hombres son iguales, no importa si es Adán, el párroco, el niño, el casero, el policía, el que bebe en el pub. Todos los hombres son iguales y por eso Rory Kinnear los interpreta a casi todos ellos. Ella es Leda contra los cisnes, la que lucha con los sátiros, sirena que atrae aún sin quererlo a Ulises. El ciclo se repite generación tras generación.
O así lo interpreto yo.
Alex Garland es muy bueno en su campo, en la ciencia-ficción. Pero le queda un buen trecho hasta que aprenda a manejar el surrealismo a lo David Lynch o a lo Charlie Kaufman. Aquí se embarulla. En mi opinión comete dos errores: el mensaje es unívoco, los símbolos son caprichosos, azarosos, sólo porque son bonitos (o muy asquerosos).
Visualmente tiene fuerza, es atractiva. La casa, los bosques ingleses, el uso de la luz, del desenfoque… Es agradable de ver. Pero se esfuerza muchísimo también en ser inquietante, agobiante. Y no lo logra. Menos aún con un final tan anticlimático que no hace más que insistir en la metáfora ya repetida durante todo el metraje. Un final frío, desapasionado, distante.
Buenas las interpretaciones de Buckley y Kinnear.
De todos modos pienso que la peor decisión creativa de Alex Garland fue convertir en morena a la pelirroja Jesse Buckley. Que también estuvo mejor en Estoy pensando en dejarlo.
Rarita. Muy rarita.

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