Brett y Tony son polis. Suspendidos de empleo y
sueldo durante seis semanas por sus métodos poco ortodoxos. Así que, violentos,
pero no corruptos, como no tienen dinero, hacen lo único que pueden hacer.
Zahler es un director con
mirada original para redefinir estilos y sin remilgos para la violencia. Una
violencia que se cuece a fuego lento, con calma, describiendo minuciosamente
personajes y situaciones. Nos hace entender por qué Brett y Tony son tan
violentos. Las conversaciones están trabajadas, los diálogos tienen interés.
Unas veces crudos, otras humorísticos, otras al servicio de la caracterización.
Y conseguir que no decaiga la atención en las dos horas y media de metraje es
un logro. Más aún si tenemos en cuenta que gran parte de la trama ocurre dentro
de vehículos.
Mel Gibson y Vince Vaughn
están perfectísimos en sus papeles.
Muy
fuertes los estremecedores 10 minutos en que aparece Jennifer Carpenter.
Y luego están esos 40 minutos del duelo a tres bandas que son una maravilla.
Muy pensados, planificados al milímetro. Con tiros, una carnicería
(literalmente), tensión brutal y llevados con una moderada flema asombrosa.
No
parece que vaya a estrenarse en cines ni en plataformas. Sospecho que saldrá
directamente a DVD, cosa que es otra necedad a añadir al desquiciado sistema de
distribuciones.
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