21/8/21

The Green Knight

-¿Por qué la grandeza? ¿Por qué la bondad no es suficiente?
Hay dos elementos comunes en los ciclos artúricos: las reglas de la caballería y las reglas del amor cortés. Durante las aventuras el conflicto lo marca un tercer elemento colateral: la tentación. La tentación, no necesariamente en sentido cristiano, contra las dos reglas principales que, a veces, entran en conflicto. A Tolkien le parecía que Sir Gawain y el Caballero Verde ejemplificaba muy bien todo esto. Por eso fue uno de los editores del manuscrito. David Lowery no ha terminado de pillarlo o no ha querido ceñirse a ello. A veces es confuso en lo que significa la caballería, el amor cortés y el concepto de tentación.
Pero con todo me parece una adaptación cinematográfica muy potente. Lowery es rarito. A veces eso es bueno (En un lugar sin ley, The Old Man & the Gun), a veces no (A Ghost Story, Peter y el dragón). La película tiene un estilo hipnótico, casi onírico y una fotografía imponente. La creación de esa atmósfera es lo más logrado. Merece la pena verse sólo por eso. Nos introduce en su mundo misterioso y nos atrapa. Siempre, claro, que uno tenga la sensibilidad para adaptarse a la contemplación y la calma, siempre que uno no esté estropeado por la urgencia de las pelis de superhéroes.
The Green Knight no da muchas explicaciones ni sobre Arturo ni sobre los caballeros de la Tabla Redonda ni sobre los personajes colaterales. Simplemente nos suelta ahí dentro y seguimos a Gawain desde un día de Navidad hasta el siguiente, sumido en sus dudas sobre honor, cumplir la palabra, en quién debe confiar, qué prendas de amor debe aceptar y cuáles no.
Hay una escena más tras los créditos, una escena que habla, en mi opinión, sobre la trivialidad de las cosas materiales. Lo que para unos es gloria para otros es un juguete. O tal vez justo lo contrario. También es bueno que podamos interpretar la película de muchos modos diferentes.

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