31/8/21

Sin movimientos bruscos (No Sudden Move)

1954. Tres hombres son contratados para proteger (es decir, tomar como rehenes) a una mujer y sus hijos mientras el padre va a recoger un documento. Los tres aceptan con tal de que el encargo no venga de Frank Capelli. Ni de Aldrick Watkins. Por supuesto las cosas se van a complicar.
Pues va a estar entre mis favoritas del año. Es una de esas pelis que sabes que te va a gustar, que va a ser buena, en cuanto ves la escena de los créditos iniciales. Su fotografía, su ritmo, su estética, ambiente, música…
Soderbergh levanta una mano y tiene a su disposición un aluvión de actores dispuestos a ponerse a sus órdenes. Don Cheadle, Benicio del Toro, Brendan Fraser, Julia Fox, Amy Seimetz, Katherine Banks, Kieran Culkin, David Harbour, Jon Hamm, Ray Liotta, Matt Damon
Una trama que empieza despacio, sencilla y que progresivamente se complica. Un robo (o varios) que implica cada vez a más gente. Sólo muy avanzada la película entendemos hacia dónde va. El misterio está en cuál es el objeto a robar y las implicaciones que eso tiene.
Hay muchas formas de contar casos históricos de corrupción empresarial y política, pero este acercamiento esquinado de Soderbergh me parece muy ingenioso. Mantiene el suspense sobre la verdadera cuestión y, aunque no sea verídico, resulta más atractivo que cualquier documental o pseudo-documental basado en hechos reales. Que tampoco son nunca verídicos.

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