Como
Déjame salir pero en vez de la
diferencia racial se basa en la diferencia de clases. La chica plebeya se casa
y entra en la familia de ricachones. A medianoche debe hacer honor a una
tradición familiar: sacar una carta y jugar a lo que diga la carta. Grace saca
la peor carta posible. Y tendrá que sobrevivir hasta el amanecer.
Arcos,
ballestas, hachas, rifles… Todo vale en la cacería humana. Sí. La noche de
bodas se va a volver muy sangrienta.
Tiene
algunos golpes de humor bastante peculiares. Es de traca lo de la disputa sobre
lo que es tradición. O la hija patosa y decididamente estúpida. O esa retahíla
de insultos en la carretera.
Tiene
su fondo de crítica social pero no es sutil precisamente. Los ricos son
estúpidos porque nunca han tenido que trabajar para lograr lo que tienen. Está
bien que Grace no se convierta en Rambo
automáticamente.
Lo
que más daño hace, en mi opinión, es el toque fantástico/diabólico. Lo que más
me gusta es el partido que le sacan al vestido blanco de novia desde un punto
de vista estético. Y ese cigarrillo final.
Pregunta
para mí importante: ya que buscan a alguien, ¿por qué no ponen una instalación
eléctrica decente, potente, y dan las luces? Son ricos, ¿no?
No
descubre nada nuevo pero es entretenida.
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