-Sólo
hay un Spider-man.
Esa
habría sido una buena idea. Voy a comenzar con los aspectos negativos. Y el
primero de ellos es el exceso de Spider-man.
Demasiados. Seis. Es el mal de creer que cuanto más mejor. Y ya se ha dicho
muchas veces: menos es más. Tantos Spider-man
embarullan la narrativa, no se profundiza en ellos, restan espacio a lo
sustancial y retraen la historia dramática de fondo.
Otro
aspecto negativo, tal vez derivado de lo anterior: las peleas son largas y
caóticas. Finalmente falla su ritmo en la primera mitad por falta de un rumbo
definido.
Ahora
bien, este Spider-man animado
tiene muchísimas cosas buenas.
Primero:
creo que en sus aspectos técnicos es lo más novedoso que se ha hecho en
animación desde Toy Story. Tal
vez no tan revolucionario, pero sí muy original. Atreverse con estética de
cómics de todas las épocas, estilos variados, mezclar todo ello, unir caricaturas con el mecha japonés, contrastes entre estética
de fondos y primeros planos, mostrar la cuatricromía… Hay muchas cosas que
rascar ahí.
Segundo:
pese a las deficiencias señaladas en el guión, es el mejor Spider-man que se ha hecho. Les ha
costado 16 años, 7 películas, 4 reinicios, 3 actores y un riñón. Pero al fin lo
han conseguido. El año que viene volverá la imagen real y dudo muchísimo que
mejoren lo presente.
Tercero:
es la mejor integración entre animación y cómic que se ha realizado hasta la
fecha. El uso de viñetas, el modo de montarlas, los globos de pensamiento… Muy
bien.
Así
que sí. Al fin me gusta un Spider-man.
Al menos en su apartado técnico. La trama es muy mejorable y es una pena que
pasen de puntillas sobre el principal momento dramático de la historia. Que
pidan consejo a Pixar.
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