-¿Cómo
te estás adaptando querida?
-Genial.
Siempre quise ir a un internado fascista, así que esto es un sueño hecho
realidad.
Estamos
en el futuro. Van a casar a Uma en un matrimonio de conveniencia. Pero Uma
rechaza al marido. Un día despierta en un internado para niñas ricas con el
objetivo de convertirla en una chica obediente en dos meses.
Visualmente
imponente. Es el mismo colorido hortera y empalagoso de Ryan Murphy pero multiplicado por cien y por una buena razón,
con sentido. La cuestión es que se trata de una de esas películas en la que,
quienes de verdad destacan son los que suelen pasar desapercibidos: diseño de
producción, escenografía, vestuario, maquillaje, peluquería… Un auténtico
delirio.
Porque
el guión habría necesitado un par de vueltas más, un par de locuras menos y enfocar
el feminismo de otro modo (es decir: lejos de la fantasía adolescente).
La
bilbaína Alice Waddington se rodea de un equipo de producción español
pero un reparto americano (Nacho Vigalondo, sin duda, habrá conseguido
los contactos): Emma Roberts, Milla Jovovich, Awkwafina…
Tan
sorprendente para los ojos como decepcionante para la reflexión. Me ha gustado
mucho verla porque creo que la directora tiene un enorme potencial imaginativo.
Pero deberá apoyarse en el futuro en un guión más sensato y madurado.
Lo
de Jovovich en plan Poison Ivy es demasiado: demasiado infantil,
demasiado irreal y sin sentido, demasiado sueño pre-púber.
Lo
del caballito de tiovivo me pareció una idea brillante que compendiaba muy bien
ese universo.
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