-Mi nombre es Hercules Poirot y soy probablemente el mejor detective del mundo.
Todos
sabemos el argumento de esta novela de Agatha Christie y quién es el
asesino. Y, si no lo sabes, es que tienes un problema. Digo: ¿de qué planeta
vienes?
Así
que Kenneth Branagh, consciente de la dificultad para innovar, ofrece
una película en la que destaca una sorprendente inventiva visual plagada de
alardes técnicos: esos larguísimos travelling exteriores e interiores del
Orient Express, esos planos cenitales para todo lo que se refiere al
compartimento del muerto, las filigranas alrededor del puente…
Y,
así, logra que el momento del asesinato, contemplado desde la resolución,
adquiera una solemnidad épica. No pretende sorprender con una nueva versión de
los hechos, pero sí hay un pequeño giro bastante interesante.
Un
lujazo de reparto: Kenneth Branagh, Penélope Cruz, Johnny Depp,
Daisy Ridley, Josh Gad, Michelle Pfeiffer, Judi Dench,
Olivia Colman, Willem Dafoe… Así cualquiera.
Además
el guión está muy bien escrito. Buenos diálogos, con riqueza. Y no me
importaría que se cumpliera la promesa de la última escena: una Muerte en el Nilo.
Branagh se ha pasado con los
bigotazos de Hercules Poirot.
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