Ana Lily
Amirpour
dio muestras de una rara imaginación en Una chica vuelve a casa sola de noche. Pero aquí, en Amor Carnal, creo que desbarra en
exceso.
Los
imperfectos son abandonados en el desierto. Y allí, en el desierto, se
organizan como pueden. Arlen, imperfecta, es abandonada. Enseguida unos
caníbales le cortan un brazo y una pierna. Pese a todo logra huir y llega a
Comfort. Que es un sitio mejor. O tal vez no.
Está
clara la crítica a los Estados Unidos, a la política de inmigración. Quizá
demasiado obvia después de haberse molestado en recrear ese universo tan
sórdido, tan brutal, tan decadente…
Un
buen papel el de Suki Waterhouse. Frente a ella está Jason Momoa
en una extraña relación de amor/odio. Y está Giovanni Ribisi y ojo a Keanu
Reeves y al irreconocible Jim Carrey.
Una
peli difícil. Por sus excesos violentos, pero también por
el carácter contradictorio de sus personajes. El impacto que en Arlen provocan
las palabras de Ribisi (hay una
sola cosa que no debes olvidar; si te olvidas de esto, no habrás hecho nada en
tu vida) y esa escena final son, quizá, el único toque de esperanza que hay
en la peli. Pero aun así, parece una tenue felicidad.
Visualmente
está lograda y, desde luego, es original. Pero es sólo para públicos muy
definidos. El título español, desde luego, es estúpido.
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