Hay
que agradecerle una cosa a esta peli: su falta de prejuicios.
Tras
ver otras películas de acción, sagas que te ofrecen persecuciones descabelladas
y que pese a todo, de fondo, se toman en serio a sí mismas, es un placer ver un
film que se toma a chacota todas esas persecuciones, los tiros y las peleas.
Son
escenas muy espectaculares, muy originales y muy bien rodadas. Es decir: a la
luz del día, claras, con mucho movimiento pero con nitidez, sin escamotearte
los fallos con el uso de la cámara al hombro o usando la oscuridad.
Son
buenas la pelea en el coche de la escena de apertura, el teleférico, la pelea
con lazo (la comba) en el bar y la traca final en el restaurante Poppy.
Por
lo demás es simple a más no poder, absolutamente intrascendente, con un reparto
de lujo muy mal aprovechado (Julianne Moore y Halle Berry deberían tener más recorrido), pero entretenida.
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