Esta
serie no debió tener los problemas de los que adolecía. Y, como consecuencia, debió
ser mucho mejor. Tuvo muchas ideas, tramas y situaciones. Por ello, y con sólo
13 capítulos, sobraban los episodios de relleno.
Tenemos
por un lado la guerra entre las corporaciones de la galaxia. Por otra parte el
ascenso (latente e inminente) de las inteligencias artificiales para
convertirse en seres libres. Y, en tercer lugar, algo que nuestros chicos de la
Raza descubren: alienígenas de otra galaxia están viniendo.
Esos
capítulos relleno, capítulos homenaje a algo, pueden tener su cosa, resultar
más o menos simpáticos, pero no aportan nada narrativo al complejo de las
situaciones.
Sin
embargo, cuando fue buena e iba al grano, resultó muy entretenida. Con el
asunto de los clones, gemelos, dobles, etc. cansaban un poco. Demasiado
repetitivo.
Lo bueno de Dark Matter era ver cómo, esa tripulación de granujas, terminaba convirtiéndose en una embajada, en negociadores, en mediadores. Eran un grupo variopinto que había logrado unirse y, de algún modo, trataban de hacer lo mismo con el resto del universo.
La
cosa es que ha sido cancelada y nos tenemos que despedir de ella con ese final
abierto en el que las naves alienígenas atravesaban el agujero a nuestro
universo. Lástima. Ya no podré ver el crossover
con Killjoys de la que, tal
vez, hablaré mañana.
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