Creo
que es muy meritorio el trabajo de los intérpretes de esta serie, sometidos a situaciones
extremas. Y no me refiero a la verbalización pornográfica y violenta, a los
gritos, bofetadas y empujones.
Me
refiero, y es solo un ejemplo, a Sophie, la niña de 16 años. Ese capítulo que
entra a saco. Primer plano. Llorando desquiciada, en el suelo, los cojines
revueltos, pañuelos de papel por todas partes. Tiene que sostener el llanto
durante varias tomas. Luego relajarse, pasar a contar un chiste sobre Harry
Potter, echar unas risas y vuelta a llorar. Y, además, porque prueba la versatilidad de los actores. Jake me sonaba de algo. Pensaba que lo había visto, qué se yo, de secundario en una peli de acción. Hasta que me dijeron que era Will el de The Good Wife. O la propia Sophie. Había tomas que me recordaban a algo. Hasta que me digné a ver los créditos y descubrí que era Mia Wasikowska, la Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton.
Intensa, dura, a veces brutal. Porque, en el fondo, es el relato de una sociedad corrompida y en proceso de descomposición. Sólo Gina se salva.
Sólo tengo una pega que ponerle: no es muy cinematográfica. Es teatro, básicamente. Las sesiones de psiquiatra de 50 minutos teóricos se condensan en 23 y, en ocasiones, tanta palabra, sin ayuda de flashback, sin plasmación de recuerdos, sin ningún apoyo, incluso aburre pese a su brevedad.
Arriesgado.
Entiendo que sea muy minoritaria. Pero, con frecuencia, el esfuerzo queda recompensado.
4 comentarios:
Sophie me parece fantástica. Y el personaje de Gina, brutal. Como te decía, al final me parece que todo trata de Paul, y eso la aleja un poco del voyeurismo.
No voy a negar que sí es bastante teatral, pero me parece que usan bastantes recursos cinematográficos: la planificación por ejemplo, es bastante dinámica, se fuerzan cambios de espacio... y desde luego, esos primeros planos.
Cambiar de plano a contraplano, girar por detrás de la cabeza de uno, los primeros planos, creo que eso es lo mínimo que se puede hacer.
Hay una ruptura: una escena en la que Paul se imagina a Alex y Laura en la cocina de Laura.
Es la única ocasión en la que hacen algo así y eso sí rompe la teatralidad: salir del escenario y el tiempo principal.
No creo que se trate de "lo mínimo", sino de una elección consciente, también se podía haber contado en larguísimos planos secuencia y no pasaría nada. De todas maneras, según avanza sí que hay más esfuerzo en ese sentido...
Bien.
Quizá, conscientemente, quieren que sea teatral.
Un largo plano secuencia puede ser teatral.
Supongo que la consulta de un psiquiatra tiene mucho de teatral y se presta fácilmente a la obra de teatro.
No digo que sea malo. Digo que no es muy cinematográfico. Veré qué pasa con la dos.
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