Juan no me dijo mucho de la película pero la película me dijo mucho de Juan. De su peculiar sentido del humor, de una cierta percepción de la realidad.
A la muerte de su suegra, Vorobyaninov busca la silla en la que ella guardó las joyas justo antes de que empezara la gloriosa Revolución. Pero también la buscan un pope y un buscavidas. Tres estratos de la sociedad soviética.
Se basa en la novela de Ilf y Petrov, esos dos tipos que, incomprensiblemente, lograron esquivar la censura soviética. Al parecer, cuando satirizaban a burgueses, clero y vagabundos, las autoridades no percibían que, lo que estaban criticando, realmente, era la demencial situación de Rusia. Recomiendo leer a Ilf y Petrov, muy superiores a esta adaptación.
Así son las cosas. ¿Comedia? No sé.
-Los rusos no hemos nacido para ser felices.
Ahora me voy a cantarle las cuarenta a Juan.
Mecachis en la mar.
1 comentario:
En cualquier caso, felicidades a Juan en su día.
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