Irene inspecciona hoteles por todo el mundo:
atención al cliente, limpieza, tiempos de espera... Quita y pone estrellas.
Generalmente quita. Siempre está de viaje. Y eso implica relaciones efímeras,
libertad, no estar atada a nada.
Sin embargo el tiempo pasa y comienza a ver
que sus parientes y amistades sientan la cabeza, tienen hijos y que incluso
alguna mujer de su edad, muere.
Es una peli pequeña, sin mucho que contar.
Su duración de 75 minutos es acorde con ello. Una vez que conocemos la
psicología de Irene la trama se envuelve en bucle, tal vez para mostrar la propia
rutina de la protagonista.
Me gustan especialmente los encuentros con
las sobrinas. Les da caprichos pero no tiene madera de madre. También me gusta
la aparición de Lesley Manville.
Minimalista en contenido. Le falta
recorrido.
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