Lo bueno de las pelis de Jason Statham
es que te las sabes de memoria. Cómo empiezan, cómo acaban, qué pasa en medio,
el tiroteo del principio, la pelea a puñetazos. Sabes que es tu estilo o no,
que te gustará o no, su calidad.
Eso ahorra muchísimo tiempo a los críticos y
pueden utilizar material de las anteriores. Si están inspirados y tienen tiempo
pueden, incluso, pasárselo pipa con nuevas metáforas vilipendiadoras.
Pues eso: Jason Statham.
Me gustó la secuencia tras los títulos de
crédito iniciales. El matón del cole se dispone a pegar a una niñita de
once años. Pero la niñita es hija de Jason Statham y la diversión se da
la vuelta.
A partir de ahí, de memoria.
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