La película en sí, dejando este defecto aparte, tiene el problema de cualquier producción semejante: El Ala Oeste de la Casa Blanca ya ha sido hecha. Es un durísimo competidor a batir. Si uno ha visto la serie por antonomasia, lo demás se queda pequeño. Es verdad que El Ala Oeste era idealista y casi todo lo demás que se hace sobre política tiene una visión negativa. Pero aún así parece todo dicho.
Bien. Los idus de marzo. Todos los políticos te van a defraudar. Lógico. Hay sordidez, dureza, falta de escrúpulos. Es el camino fácil de los mediocres. Claro que, contar con un reparto tan descomunal, es una garantía.
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