Guinea-Bissau.
Golpe de Estado de 2003. Las Hienas de Bangui son 3 mercenarios
contratados para sacar del país a un narcotraficante mexicano y
llevarlo a Dakar. Con la avioneta saboteada, deciden ocultarse unos
días en el delta del río Saloum, una zona de Senegal que, dicen,
está maldita.
He
aquí una película insólita. Por ser de Senegal, por la atmósfera
que crea, por lo que cuenta, por cómo lo cuenta, por la osadía en
la mezcla de géneros.
Es
posible que a los europeos nos desconcierten algunas cosas. Yo creo
que para bien porque tiene su halo de misterio.
La
trama juega muy bien sus cartas. Primero la fuga de los protagonistas
que les encamina a Saloum, hechos que empiezan a sembrar semillas,
decisiones; después vienen las peculiaridades de la aldea en la que
se refugian; luego la chica sordomuda que sabe demasiadas cosas; más
adelante el policía que pasaba por allí…
Y
llega el tramo final. Una inmersión en el folclore senegalés del
terror, la mitología de demonios.
Es
una película bien planificada. La dirección de fotografía es
extraordinaria. Los actores están muy bien. La banda sonora se
integra plenamente con la imagen. El guion es ágil, imprevisible y
no deja cabos sueltos. Pienso que su único punto débil está en el
montaje, algo confuso por momentos.
La
inclusión de lo sobrenatural tiene una explicación sencilla de modo
que no resulta inverosímil, no se enredan, como otras, con reglas extrañas: mataron al guardián así que
despertaron la maldición de Sira Bana.
Muy
buena.
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