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capítulos que demuestran, una vez más, que lo que está pensado
para ser animación, debe ser animación. Nada de imagen real. El
dinamismo que se consigue con los dibujos es imposible de lograr con
la imagen real.
Pero
no es sólo que los gags visuales tengan más velocidad y energía,
es que eso permite un montaje que facilita a los personajes trufar de
comentarios ingeniosos el desarrollo de la acción.
Una
archivera de Julio César, Metadata, descubre cómo derrotar a la
irreductible aldea gala: con la ancestral tradición del combate de
los jefes.
Perfecto
el dibujo. Transforman en 3D el cómic pero no se exceden en
realismo. Conservan el dibujo caricaturesco y encuentran el modo de
darle fluidez. Si algo hay que reprocharle es que a veces suceden
demasiadas cosas y demasiado deprisa.
Es
un guion muy divertido. Tiene todos esos juegos verbales que tenían
los tebeos, actualizados al tiempo presente, con momentos muy
meta. Véase, por ejemplo, el plano final. Muy bien.
Me
gustó la presentación de Metadata pero no tanto la de Farmakopea.
Es un personajes muy extraño. Una especie de psiquiatra gótica que
pudo (debió) tener más gracia pero que acaba por resultar un poco
superfluo. El abusón desapareció de escena demasiado rápido.
Tampoco
es necesario darle muchas vueltas a la psicología de los personajes.
Basta con dejarse llevar por el ritmo y disfrutar con los momentos de
ingenio, descubriendo referencias meta, juegos de palabras, gags locos.
Me
gustó mucho el primer capítulo, la infancia de Astérix y Obélix y
la historia de por qué este último cayó en la marmita.
Muy
divertida. Para todas las edades.
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