20/5/25

Montage

1998. Una chica desaparece. 2013. En Corea los crímenes expiran a los 15 años.
A los coreanos se les da muy bien este tipo de cosas. Estas tramas de suspense con un añadido de retorcimiento que nunca antes has visto, un giro del guion especialmente alambicado que plantea unas decisiones morales en las que prefieres no tener nada que ver.
Efectivamente el montaje engaña un tanto al espectador. No entiendo muy bien la decisión de escamotear la tipificación inicial del crimen. Pienso que es innecesario y que explicar bien esa parte no habría perjudicado lo esencial.
El resto de la trama no es tramposa. Simplemente difiere el conocimiento de algunos datos. Si nos colocamos en la perspectiva del policía percibimos las cosas en su presente. Son otros elementos colaterales los que fluctúan en el tiempo.
Este tipo de guiones hace tiempo que no se escriben en Hollywood. Cuando aparece uno así, lo compran y hacen ellos su propia versión. Me llama la atención que no lo hicieran. Pero sí hicieron los chinos su propio remake (The Guilty Ones), muy inferior a juzgar por las votaciones.
Me chirría una cosa: el nivel de estupidez de los polis que no son el protagonista. No es necesario poner a todos como palurdos para que destaque el actor principal. Ahí el guion sí falla: en la escritura de secundarios.
No voy a entrar en las interpretaciones. A los ojos occidentales muy exageradas, pero no me atrevería a juzgar.
Una película con un ritmo muy logrado, un desarrollo que engancha en todo momento, una resolución que te deja boquiabierto y un conflicto ético que, caray, hay que ser muy imaginativo.

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