Jeffrey Katzenberg,
uno de los jefes de Dreamworks,
considera que, en breve, las películas estarán en cines unos 17 días (con
precios de las entradas aún más altos) y luego pasarán a otras ventanas de
distribución, moviéndose todo con más dinamismo y haciendo la experiencia más
inmediata para el espectador, acercando el producto a todos.
Y yo sigo pensando en lo mal informados que
están estos señores, ejecutivos en altos puestos. Mal informados o con poca
iniciativa.
Parece que aún no se han dado cuenta de que
la ventana de distribución es de 24 horas. Menos, en realidad. El tiempo que un
tío tarda en ir del cine a casa y subir la película a la red.
Así que, cuando oigo todas estas cosas de
ventanas, de dinamismo pensando en el cliente, de la experiencia única, lo
único que veo es una cortina de humo para esconder el verdadero argumento: quieren
subir aún más las entradas de cine.
Pero, claro, es lógico. Puede resultar raro
en España, donde las cifras de espectadores bajan cada año. Pero en el resto
del mundo los espectadores siempre aumentan. Así que si pueden sacar más dinero
en menos tiempo, ¿por qué no?
Digo, si yo fuese Katzenberg también me gustaría anunciar que me sigo llenando los bolsillos.
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