Terminó la segunda temporada de The Newsroom cuando parecía estar arrancando. Terminó cuando parecía que ya debería haber terminado hace tiempo. Terminó ahora como pudo hacerlo en cualquier otro momento.
Anodina. El problema de The Newsroom es que nos muestra tramas, no personajes. Los personajes siguen perteneciendo al platónico mundo de las ideas. Son ideas. No tienen alma ni chicha. Sueltan frases geniales, logran momentos impactantes pero se nos escapa su vida, su carácter, su existencia fuera del trabajo. ¿Tienen vida fuera del trabajo? Porque hasta la vida fuera del trabajo es trabajo.
Lo del gas sarín debió ser mucho más. Más impactante, mejor desarrollado.
Lo mejor, con muchísima diferencia, el corte de pelo de Alison Pill.
No hay comentarios:
Publicar un comentario