A veces dices:
-Sí, señor, muy bueno, lo has clavado.
Y otras:
-Vaya tostón nos estás colocando, colega.
En parte comedia (buena) y en parte drama (malo).
Gustavo Taretto se muere de ganas por ser Woody Allen. Lo cita expresamente, cambia Manhattan por Buenos Aires, lleva a sus personajes al psiquiatra, trabaja los diálogos en monólogos y tiene chispa.
Además es bastante pop: Wally, internet, Astro Boy... muchas referencias para veinteañeros.
Pero le falta el ritmo de Woody Allen. Sobran escenas y escenas y escenas.
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