Después
de la notable Bienvenidos a Zombieland, tenía ganas de ver lo nuevo de Ruben Fleischer. Resulta ser una pobre
zanganada sin ninguna chicha.
Tengo
la sensación de que ésta es la clásica película que un director hace mientras
espera a que le caigan cosas mejores. La idea no es mala: dos tipos necesitan
dinero para contratar a un asesino. Secuestran y ponen una bomba a un pardillo
para que atraque el banco por ellos. Pero todos son unos ineptos. El guión no
tiene ideas, ni diálogos, ni situaciones bien resueltas, se olvida de algunos
personajes, las subtramas quedan inconclusas. Se trata, simplemente, de lanzar a
los tipos más tontos de planeta en una serie de despropósitos.Dura 80 minutos y se me hizo larga.
Debería titularse 80 minutos o menos.
Se estrenan 13 películas esta semana. Deben creer que la cantidad suple a la calidad.
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