Me
he acordado bastante de Monsters. Otra película
independiente calificada de ciencia-ficción porque aparecían unos
extraterrestres cuando, en realidad, era una road movie romántica.
Otra Tierra tiene un planeta, espejo del nuestro, a
unos cuantos cientos de miles de kilómetros. Pero es un drama.Las dos raritas, no lo voy a negar, y quizá por eso me gustan. Creo que buena parte de los discursos de Otra Tierra habrían sonado a pretenciosos y pedantes de no ser por la idea de la Tierra 2. Así, encajan bastante bien.
Y me gusta ese final, que nos deja con más preguntas que respuestas, pero que responde la única cuestión importante: hay posibilidad de elegir.
Supongo que la esperanza está para usarla.
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