Hace
ya tiempo, Gloria me recomendó en un
comentario del blog esta película de Jean
Renoir. Hablábamos de Charles
Laughton. Al fin me puse con ella.
Renoir tiene habilidad
para crear personajes secundarios con unos pocos trazos. Y para detalles
graciosos como la rutina del desayuno o el cigarrillo del Mayor.Charles Laughton es un actor. Mientras le veía, pensaba en Tom Cruise o George Clooney, supuestos actores. Me gustaría verles aquí, atreviéndose a interpretar el papel de un cobarde enmadrado. Un cobarde que evoluciona y descubre el valor, pero un cobarde. Me gustaría verles recitando esos discursos, largos discursos frente a una cámara sin cortes.
La película se ambienta en algún lugar de Europa durante la ocupación nazi. Cobardía y valor, colaboracionismo o resistencia. Pero el verdadero núcleo es la educación. La cultura como arma frente a la tiranía, la formación como modo de hacer frente a una sociedad corrompida. Porque sólo es posible ocupar a una nación corrupta.
Y, por ello, las hojas que arrancamos de los libros, algún día las volveremos a pegar.
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