En cierto modo, supongo que se debe al abuso del tema. Convertirlo en eje central, en trama única y principal, supone el conflicto de enfrentarse a los tópicos. Ahí está la niña/niño que al llegar a la adolescencia busca margen. Y la madre/padre que quiere a la criatura en el nido.
Es lo que le pasa a Drácula con la niña de sus ojos.
La película, tiene buenos puntos, situaciones graciosas y es resultona en su mirada deconstructiva acerca de los monstruos. Reconozco que, a ratos, me reí bastante. Pero se agota enseguida. El ingenio del inicio reaparece después sólo de modo esporádico.
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