Nella
acude a Amsterdam para vivir con su marido en un matrimonio concertado. Cuando
llega a la casa la bienvenida no es todo lo cordial que esperaba. De hecho no
parece bienvenida.
Creo
que es la más alucinante reconstrucción de época que he visto en cine o serie.
Idéntico interés por el más pequeño detalle que el que demuestra la
miniaturista que envía el mobiliario de la casa de muñecas. Y en cada
rinconcito un secreto y una pista. Pero por más secretos que haya en la casa,
el mayor secreto es la propia miniaturista.
También
creo que su contenido es una de las mayores memeces históricas que he visto,
lleno de errores, transposiciones de época y retorcimientos culturales.
Y
eso es peligroso porque la apariencia te está vendiendo un contenido falso. Lo
del discurso del juicio, como si fuese un tribunal moderno americano, es
demencial. Y, además, al final, un toque mágico como para justificar todo lo
demás. De verdad que empiezo a estar muy cansado de la corrección política,
especialmente cuando no se respeta la historicidad de cada época.
Así
que, visualmente, muy atractiva, pero su fondo, lamentable.
Dos
horas y media vendidas como serie de dos capítulos que debieron quedarse en una
peli de 90 minutos.
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