En
Jo decían que ser policía en
Bélgica es un trabajo a tiempo parcial. Allí una comisaría es un cachondeo. Parece
que la serie viene a confirmarlo.
Jasper
Teerlinck es profesor de criminología. Una antigua alumna, ahora inspectora,
viene a pedirle ayuda en un caso. ¿Por qué? Porque aunque Teerlinck es más raro
que un perro verde también es un genio. O eso dicen en la serie y se supone que
te lo tienes que creer. A mí me ha parecido un tío raro, sin más, que pronuncia
chorradas como si fuesen dogmas. Empecé a verla en francés, pero no entendía
casi nada, así que me pasé al español. Y, oye, seguía sin entenderles. Los
belgas tienen conversaciones, reacciones e interacciones fuera de la lógica común.
No creo que siga con la segunda temporada, pero quién sabe.
Procedimental,
poquita cosa. El aliciente principal es, obviamente, la personalidad del
profesor, particularmente esos insertos imaginativos y, muy especialmente, los
mini-números musicales.
-Si
tienes un problema con alguien, háblalo con él.
-A
largo plazo es mejor matar.
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