-No.
No, no, no. No pienso prostituir a mi hermana.
-Pero
es por una buena causa.
Un año más. 1984, el año de Terminator, Gremlins y Ghostbusters.
Y por supuesto a los responsables de la serie no se les olvida.
Creo
que ha perdido un poco de encanto. Ya conocemos a los chicos, la estética, el
universo Del Revés. Pero sigue siendo una aventura muy bien concebida a grandes
rasgos, narrativamente ágil, terror combinado (incluso un pseudo-exorcismo),
humor y una banda sonora logradísima. Quizá demasiado parecida a la anterior,
pero al menos con la suficiente evolución de los personajes.
Hay
una chica nueva en el grupo: Mad Max. Y Sean Astin en un papel no muy
goonie pero sí muy Samsagaz Gamyi.
Ese
capítulo en que Once y Ocho se conocen me tiene dividido. Personalmente no me
gusta ese descenso a la oscuridad moral de Once (no me gusta el punto de vista).
Pero reconozco que está muy bien hecho, supone una interrupción muy lograda en
la trama general y aporta algo más sobre Once. Además es buena idea que la
temporada arranque con un prólogo presentando a Ocho.
Pues
nada: tenemos una plaga de demoperros. Y son algo peor que los topillos.
Un
detalle espantoso: Astin dejando la pistola tras abrir las puertas. Nadie
se olvida una pistola en una situación así.
Me
lo he vuelto a pasar muy bien. Para la tercera, ¿seguirá siendo Will el chico
torturado? Supongo que sí, porque así sufre su madre. Y nadie sufre como Winona.
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