-Me educaron para
lavarme las manos después de ir al servicio.
-A mí me educaron para
no mearme en las manos.
Por supuesto la primera
interlocutora es Lady. El segundo interlocutor es Hooten. Ella arqueóloga
británica, él expoliador de tesoros americano. Ella emocionada por el valor
cultural, él capaz de todo por el valor monetario. Ella hija de una acaudalada
familia (por eso es Lady), él un superviviente nato que vive del engaño.
Y ambos, de modo
deliberado o fortuito, se ven obligados a colaborar juntos. Discuten, se
pelean, gritan, se meten en situaciones absurdas, la pifian incesantemente y
van sembrando el caos allí por donde pasan para que todo salga bien.
Amazonas, Roma, Egipto,
Bután, Etiopía, Moscú, Camboya y el Caribe.
Una pequeña tontería
que me ha entretenido mucho. 8 capítulos desengrasantes para cuando quieres
nivelar tu encefalograma en plano.
Me gustan bastante los créditos
iniciales.
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