Como muchas otras películas de Woody
Allen ésta viene a ser algo así como el día en que comemos las sobras de la
semana. El bizcocho que quedó por ahí, el vino del que sobró un culín, la pasta
que dejamos... Un conjunto de gags que no pudo meter en otras pelis (en
realidad tampoco podía meterlas en la presente) y los mezcla en diferentes
historias de lo más dispar.Fama que persiguen y odian y obtienen y pierden.
Y actúa él, después de un largo tiempo:
-No puedo aflojar los puños cuando hay turbulencias. Soy ateo.
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